Nada se sabe, todo se imagina. Rodéate de rosas, ama y bebe. Calla, sí. El resto es nada.
Odas II, 68, vss. 4-6, p. 185
Reino no hay más que el de la propia mente donde, con hado y dioses favorables, dueño serás; gobierna hasta ese límite en que voluntad mora.
Odas II, 47, vss. 5-8, p. 157
Goce soñado es goce, aun siendo en sueños.
Odas II, 82, v. 1, p. 197