puerta
A los judíos les estaba prohibido escrutar el futuro. La Torá y la plegaria los instruyen en cambio en la rememoración. Y esto venía a desencantarles el futuro, ése del cual son víctimas quienes recaban información de los adivinos. Pero, por eso mismo, no se les convirtió a los judíos el futuro en un tiempo vacío y homogéneo. Dado que así en él cada segundo constituía la pequeña puerta por la que el Mesías podía penetrar.
La puerta monumental se nos presenta en estrecha relación con los ritos de paso. [...] El que penetra dentro de un pasaje conserva tras de sí todo el trayecto de ese camino-puerta –sino es que se encamina rectamente hacia el fondo de un mundo intrauterino–.