Mi deber me hizo, como Dios al mundo. Lo que impone ser Rey almó mi ser en día y letra puntual, profundo. En mi tristeza firme, así viví. Contra el Destino cumplí mi deber. ¿Inútilmente? No, pues lo cumplí.
«Don Duarte, rey de Portugal», vss. 1-6, p. 77