Ulises
Pues el mundo del mito […] es mucho más joven que el de Kafka, frente al cual el mito había prometido redención. Sólo sabemos esto: Kafka nunca atendió la tentación del mito. Como siendo otro Ulises [en su narración de Las sirenas], la dejó resbalar «por sus miradas, dirigidas a la lejanía; y las sirenas desaparecieron confrontadas a su resolución; y cuando estaba más cercano a ellas, él ya no sabía nada de ellas».
Ulises está justo en el umbral que separa al mito respecto del cuento. La razón y la astucia han ido añadiendo sus fintas al mito, cuyos poderes dejan por lo tanto de ser invencibles. El cuento es el relato de la victoria lograda sobre ellos. Kafka escribió cuentos para los dialécticos cuando abordaba sus leyendas.