Si es posible concebir el mundo como determinada magnitud de fuerza y en tanto que un número específico de centros de fuerza, [...] de eso mismo se sigue que, al interior del gran juego de dados en el que consiste su existir tiene que atravesar forzosamente un número de combinaciones calculable. En un tiempo infinito, cualquier combinación de las posibles se habría alcanzado alguna vez; todavía podemos decir más: se habría alcanzado infinitas veces. Y así, teniendo en cuenta que entre cada una de las combinaciones y el que es su próximo retorno tendrían que haberse ido sucediendo todas las demás combinaciones que aún fueran posibles, [...] de ese modo se habría demostrado todo un ciclo de series completamente idénticas.
Friedrich Nietzsche. Gesammelte Werke, Múnich, 1926, vol. XIX, p. 373. Cit. en Obra de los pasajes, D 8 a, 1