comienzo
El absurdo nos salva de llegar, a pesar del tedio, a aquel estado del alma que comienza sintiendo la dulce furia de soñar. […] Convirtamos la vida en un absurdo, de este a oeste.

El absurdo nos salva de llegar, a pesar del tedio, a aquel estado del alma que comienza sintiendo la dulce furia de soñar. […] Convirtamos la vida en un absurdo, de este a oeste.