proceso

El objeto mismo del proceso –el auténtico héroe de ese libro increíble– es el olvido [...], cuya cualidad determinante es el olvidarse de sí mismo [...]. El olvido ha quedado convertido en la figura muda que personifica el acusado, figura de grandiosa intensidad.

Franz Kafka

Willy Haas, Gestalten der Zeit, Berlín, 1930, pp. 195-197. Cit. en Obras II, 2, p. 31

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