El agudo grito de pavor, el que produce el pánico, viene a ser el reverso de las fiestas de masas. En efecto, el ligero escalofrío que recorre los hombros lo desea. Pues para la existencia profunda e inconsciente de la masa, las fiestas y los fuegos son un juego que le ayuda sin duda a prepararse para el instante exacto en que se va a hacer mayor de edad, a la hora en que el pánico y la fiesta, cual dos hermanos que se reconocen tras estar separados mucho tiempo, se abrazan finalmente; en el momento de la revolución.
Renan compara las exposiciones universales con las grandes fiestas griegas, como los Juegos Olímpicos o las Panateneas.
Las exposiciones son las únicas fiestas propiamente modernas.
Hermann Lotze: Microcosmos, III, Leipzig 1864. Cit. en Obra de los pasajes, G 16, 5