otro

El poeta goza del privilegio incomparable de que puede ser a discreción bien él mismo o bien otro. Como el alma errante en busca de un cuerpo, entra, cuando quiere, en la persona de otro. Para él la persona de cualquiera está libre y abierta, y si algunos lugares le parecen cerrados, es porque, a sus ojos, no vale la pena visitarlos.

El París del Segundo Imperio en Baudelaire

Charles Baudelaire, Spleen de París, Madrid, 1998, p. 29. Cit. en W. Benjamin, Obras I, 2, p. 146

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«Nunca digas tu nombre exactamente, / siempre nombrarás a otro con él. / ¿Por qué dices tan alto tu opinión? Olvídala, pues igual da cuál sea. / No recuerdes nada durante más tiempo del que dura».

¿Qué es el teatro épico?

Bertolt Brecht, Gesammelte Werke, Frankfurt am Main, 1967, vol. I, p. 345. Cit. en W. Benjamin, Obras II, 2, p. 132 n.

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