Junto a la idea de metamorfosis, aquí es determinante para Goethe la propia idea de polaridad, que atraviesa sus investigaciones. La oscuridad para él no es simplemente una ausencia de la luz –en ese caso no podríamos percibirla–, sino que es una forma de contra-luz positiva.
El vidrio está actualmente destinado a hacer un gran papel en la arquitectura de metal. En vez de gruesos muros, que pierden solidez y seguridad según aumenta el número de vanos, nuestras casas se verán atravesadas por tantas aberturas que parecerán casi translúcidas. Las amplias aberturas de cristal, que igual dará que sea simple o doble, fino o grueso, mate o transparente, van a derramar durante el día hacia el interior un brillo mágico, como, de noche, hacia el exterior.
Gobard. «L’Architecture de l’avenir», Revue générale d’architecture, 1849, p. 30. Cit. en Obra de los Pasajes, T 1 a, 4