jeroglÃfico
El psicoanálisis descifró, hace tiempo, los jeroglíficos como esquematismos del trabajo del sueño. Pero, al aplicar esa certeza, más que la huella de lo que es el alma perseguimos la huella de las cosas. Así, vamos buscando el tótem correspondiente a los objetos en la espesura de la prehistoria. La caricatura más extrema del tótem de que hablamos es el kitsch.
Baudelaire, en su ensayo sobre Banville, relacionando mitología y alegoría: «La mitología es un diccionario de vivos jeroglíficos». Baudelaire.
Obra de los pasajes
Charles Baudelaire. L’art romantique, ed. Hachette, vol. 3, París, p. 370. Cit. en Obra de los pasajes, J 4 a, 3
Las estrellas serán en Baudelaire el jeroglífico de la mercancía, lo otra vez-siempre-igual en grandes masas.