Lo fatal no hace pie en el infinito, que no conoce las alternativas y para todo tiene algún lugar. Porque existe una tierra donde el hombre va siguiendo el camino desdeñado en la otra por el sosias. Y así su existencia se desdobla, habiendo un globo para cada una, y bifurcándose luego por segunda y por tercera vez: miles de veces. Llega así a poseer sosias completos e innumerables variantes de esos sosias, que multiplican y representan su persona, pero que sólo toman unos jirones del que es su destino. De esa manera, cuanto aquí debajo se pudo ser se es en otra parte. Y más allá de toda una existencia, desde el nacimiento hasta la muerte, que se ha vivido en multitud de tierras, vivimos todavía en otras muchas en diez mil ediciones diferentes.
Blanqui. L’eternité par les astres, recogido de Gustave Geffroy, L’enfermé, París, 1897, p. 399. Cit. en Obra de los pasajes
Lo que estoy escribiendo en este momento, en mi calabozo de Taureau, lo he escrito y estaré siempre escribiéndolo a lo largo la eternidad, sobre una mesa, armado de una pluma y ataviado con estas mismas ropas, en circunstancias del todo semejantes.
Blanqui. L’eternité par les astres, recogido de Gustave Geffroy, L’enfermé, París, 1897, p. 401. Cit. en Obra de los pasajes
La misma y siempre igual monotonía, como el mismo completo inmovilismo, en los distintos astros extranjeros. El entero universo se repite nuevamente, sin fin; manotea incesante sin moverse del sitio.
Blanqui. L’eternité par les astres, recogido de Gustave Geffroy, L’enfermé, París, 1897, p. 402. Cit. en Obra de los pasajes
Cada particular combinación de la materia y de lo personal se repite por miles de millones de veces, para hacer así frente a cuanto necesita el infinito.
Blanqui. L’eternité par les astres, recogido de Gustave Geffroy, L’enfermé, París, 1897, p. 400. Cit. en Obra de los pasajes
No existe progreso, por desgracia. Se trata de vulgares reediciones [...]. Como fueron los distintos ejemplares de los mundos pasados, han de ser los futuros. Sólo el capítulo de las bifurcaciones se mantiene abierto a la esperanza.
Blanqui. L’eternité par les astres, París, 1872, pp. 73-76. Cit. en Obra de los pasajes, D 7; D 7 a
La idea [...] y la doctrina del eterno retorno pretende armonizar las dos tendencias contradictorias propias del placer: eternidad y repetición.
La teoría de Blanqui en calidad de repetición del mito: ejemplo fundamental de prehistoria.
Dialéctica de producción de mercancías en el capitalismo avanzado: la novedad del producto, en tanto que estimula la demanda, cobrará una importancia ignorada hasta entonces, apareciendo en tanto que producción en masa, de manera sensible, lo de nuevo-igual-siempre.
Las estrellas serán en Baudelaire el jeroglífico de la mercancía, lo otra vez-siempre-igual en grandes masas.
Lo característico de la experiencia dialéctica: destruir la apariencia de lo siempre-igual, –destruir incluso la repetición–, en el seno mismo de la historia.