

Pronto me conocieron como aquel que no era; no lo desmentí
[y me perdí.
Cuando quise quitarme aquella máscara,estaba ya fundida con la cara.
Cuando me la quité y me vi al espejo,
ya había envejecido.
Poesía IV. Los poemas de Álvaro de Campos 2
«Estanco», vss. 114-118, p. 303
FÁRMACOS

Los rasgos de la ciudad renacieron al descorrerse la máscara que la velaba. […] El despertar de una ciudad, sea entre la niebla o de otro modo, resulta siempre para mí una cosa más enternecedora que el rayar de la aurora sobre los campos, Renace mucho más, hay mucho más que esperar

Lo que soy esencialmente ―detrás de las máscaras involuntarias del poeta, el raciocinador y lo demás que haya― es dramaturgo. El fenómeno de mi despersonalización instintiva, a que aludí en mi carta anterior para explicar la existencia de heterónimos, conduce naturalmente a esta definición. Siendo así, no evoluciono. VIAJO.
Sobre literatura y arte
«(Carta) A Adolfo Casais Monteiro», p. 51
LECTURAS / ESTÉTICA

Lo que soy esencialmente ―detrás de las máscaras involuntarias del poeta, el raciocinador y lo demás que haya― es dramaturgo. El fenómeno de mi despersonalización instintiva, a que aludí en mi carta anterior para explicar la existencia de heterónimos, conduce naturalmente a esta definición. Siendo así, no evoluciono. VIAJO.
