El culto a las estrellas que fomenta el cine no sólo conserva aquella magia, emanación de la personalidad, que hace ya mucho tiempo que consiste en el desmedrado titilar de su carácter de pura mercancía, sino que lo que es su complemento, el correlativo culto al público, exige al mismo tiempo la condición corrupta de ese público, con la cual el fascismo trata de poder sustituir su conciencia de clase.
Obras I, 2, p. 29
Los movimientos de masas, con la guerra en primer lugar, representan un modo de comportamiento humano que corresponde con los aparatos. Las masas sin duda tienen el derecho a un cambio en la relación de propiedad, pero el fascismo trata de otorgarles una expresión para conservarla. Con ello desemboca en la estetización de la política.
Obras I, 2, p. 45