Adoramos, a solas, el mal, no por ser mal, sino porque es más intenso y más fuerte que el Bien, y todo cuanto es intenso y fuerte atrae los nervios que debían ser de mujer.
Libro del desasosiego
«Los grandes fragmentos», «Declaración de diferencia», p. 481
FÁRMACOS
AMOR
El arte nos libera ilusoriamente de la sordidez de ser. Mientras sentimos los males y las injurias de Hamlet, príncipe de Dinamarca, no sentimos los nuestros ―viles por ser nuestros y viles por ser viles.
El amor, el sueño, las drogas y sustancias intoxicantes, son formas elementales del arte, o mejor, de producir sus mismos efectos. Pero amor, sueño y drogas tienen cada uno de ellos su desilusión. El amor harta o desengaña. Del sueño se despierta, y, mientras se durmió, no se vivió. Las drogas se pagan con la ruina del mismo físico al que sirvieron de estimulante. Pero en el arte no hay desilusión porque la ilusión se presupuso ya desde el principio.
El arte nos libera ilusoriamente de la sordidez de ser. Mientras sentimos los males y las injurias de Hamlet, príncipe de Dinamarca, no sentimos los nuestros ―viles por ser nuestros y viles por ser viles.
El amor, el sueño, las drogas y sustancias intoxicantes, son formas elementales del arte, o mejor, de producir sus mismos efectos. Pero amor, sueño y drogas tienen cada uno de ellos su desilusión. El amor harta o desengaña. Del sueño se despierta, y, mientras se durmió, no se vivió. Las drogas se pagan con la ruina del mismo físico al que sirvieron de estimulante. Pero en el arte no hay desilusión porque la ilusión se presupuso ya desde el principio.
el placer del momento antepongamos
al absurdo cuidado del futuro,
cuya certeza es sólo el mal presente
con que su bien se compra.
El mañana no existe. Sólo mío
es el momento; yo soy quien existe
en este que es, quizá, el último instante
de ese que ser yo finjo.
A cada concepto de la vida corresponde no sólo una metafísica, sino también una moral. Lo que el metafísico no hace porque es falso y el moralista no lo hace porque es malo, no lo hace el esteta porque es feo.
Sobre literatura y arte
«II. Arte y estética», 3, Sobre literatura y arte, p. 271
LECTURAS / ESTÉTICA
Reconocer que no sabemos nada salvo que hay una ley en todo, ley que se manifiesta ajena a nuestros dolores y a nuestros placeres, más allá del bien y del mal; que somos, bajo esa ley, juguetes en manos de fuerzas superiores que no conocen la perfección moral, como nosotros no la conocemos entre nosotros; que, puesto que sólo el universo objetivo nos ha sido dado, en ese universo y en conformación con ese universo debemos vivir nuestra vida, pues, si podemos tener otras formas de vida, a su tiempo las tendremos o nos serán dadas. En esto consiste la religión pagana o, si se prefiere, la filosofía del paganismo.
Reconocer que no sabemos nada salvo que hay una ley en todo, ley que se manifiesta ajena a nuestros dolores y a nuestros placeres, más allá del bien y del mal; que somos, bajo esa ley, juguetes en manos de fuerzas superiores que no conocen la perfección moral, como nosotros no la conocemos entre nosotros; que, puesto que sólo el universo objetivo nos ha sido dado, en ese universo y en conformación con ese universo debemos vivir nuestra vida, pues, si podemos tener otras formas de vida, a su tiempo las tendremos o nos serán dadas. En esto consiste la religión pagana o, si se prefiere, la filosofía del paganismo.
Sobre literatura y arte
«Paganismo», «15. António Mora», Sobre literatura y arte, p. 166
PANTEÍSMO