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Manifiestos del Free Cinema

Minerva recoge tres de los manifiestos del movimiento cinematográfico Free Cinema, que expresaban las principales características de su ideario fílmico, y fueron firmados por Lorenza Mazzeti, Lindsay Anderson, Karel Reisz, Tony Richardson, John Fletcher y Walter Lassally.

I manifiesto del Free Cinema, febrero de 1956

Estas películas no se rodaron a la vez, ni se hicieron con la idea de proyectarlas juntas. Pero una vez reunidas, apreciamos que tienen una actitud común. Implícita en esta actitud hay una creencia en la libertad, en la importancia de la gente y de la vida cotidiana.

Como cineastas, creemos que ninguna película puede ser demasiado personal.

La imagen habla. El sonido la amplifica y comenta. El tamaño es irrelevante. La perfección no es un objetivo.

Actitud significa estilo. Estilo significa actitud.

Lorenza Mazzetti
Lindsay Anderson
Karel Reisz
Tony Richardson

Mirad a Gran Bretaña: ¡Free Cinema!
III manifiesto del Free Cinema, mayo de 1957

Este programa no se presenta ante vosotros como un logro, sino como una aspiración. Os pedimos que no lo contempléis como críticos, ni como una diversión, sino que lo veáis en relación directa con un cine británico obstinadamente clasista, que aún rechaza el estímulo de la vida contemporánea, así como la responsabilidad de ejercer la crítica; que todavía se empeña en reflejar una cultura metropolitana del sur de Inglaterra que excluye la rica diversidad de las tradiciones y personalidades que constituyen Gran Bretaña en su conjunto.

Con una cámara de 16 milímetros, con recursos mínimos y sin dinero para pagar a los técnicos no se puede lograr demasiado en términos comerciales. Es imposible rodar un largometraje y las posibilidades de experimentar se encuentran severamente restringidas. Pero sí es posible emplear los propios ojos y oídos. Es posible dar indicaciones. Es posible hacer poesía.

La poética de este programa está tejida con nuestros sentimientos sobre Gran Bretaña, la nación de la que todos formamos parte. Desde luego, se trata de sentimientos encontrados. Hay cosas que nos producen tristeza o ira; son las que debemos cambiar. Sin embargo, los sentimientos de orgullo y amor son fundamentales, y sólo un cambio inspirado por estos sentimientos será eficaz.

«Tenemos el Estado de Bienestar y las vicisitudes domésticas de los HuggettsLos Huggett eran la familia protagonista de una trilogía de películas británicas producidas en los años cuarenta por Gainsborough Pictures, y que alcanzaron gran popularidad durante los años de la posguerra.… Deprimente, ¿no?» Algo así escribía un lector en una carta al Observer, «explicando» por qué en este país ya no es posible un arte vital. Esta especie de pseudoliberalismo esnob y desdeñoso es el enemigo más pernicioso y destructivo de la fe. Nosotros nos posicionamos en su contra.

Por supuesto, trabajar en 16 mm no es suficiente –aunque sin duda en este campo hay espacio para más iniciativas de jóvenes cineastas con algo que decir–. Pensamos, pues, que el patrocinio de Every Day Except Christmas por parte de la Ford tiene particular importancia. Agradecemos a la Ford su política emprendedora que hizo posible esta película, así como su permiso para proyectarla en este programa. Esperamos que otros patrocinadores y otros cineastas sigan el mismo camino. En primer lugar, mirar a Gran Bretaña con honestidad y afecto. Saborear sus excentricidades; atacar sus injusticias; amar a su gente. Utilizar el cine para expresar nuestras lealtades, nuestros rechazos y nuestras aspiraciones. Este es nuestro compromiso.

Comité por el Free Cinema

El último Free Cinema
VI manifiesto del Free Cinema, 1959

Han pasado ya tres años desde que presentamos nuestro primer programa de Free Cinema en el National Film Theatre, como un «desafío a la ortodoxia».

Causó un cierto revuelo. Nos llamaron «esperanza blanca», «rebeldes», «una empresa seria y muy prometedora»… El público fue amplio y entusiasta. Y en gran medida, como resultado de esta respuesta favorable, el asunto se convirtió en un movimiento. Ahora presentamos el sexto de estos programas. Es también el último. Hemos decidido que este movimiento, bajo este nombre, ha servido ya a su propósito. Así que este es el último Free Cinema.

Algunos se alegrarán, otros lo lamentarán. Nosotros sentimos una mezcla de alegría y pesar. Hacer películas de esta manera, fuera del sistema, supone una enorme presión que no es posible soportar indefinidamente. No se trata sólo de encontrar el dinero necesario. Cada vez que se ha rodado una nueva película, nos hemos encontrado con que hay que librar la misma batalla por el derecho a mostrar nuestro trabajo. Como dijo aquel loco que se golpeaba la cabeza contra un muro de ladrillos, «cuando paras es tan agradable…»

Pero nuestra sensación no es de derrota. Hemos tenido nuestras victorias. Las películas del Free Cinema han ganado premios para Gran Bretaña en Cannes (Together, 1956), Venecia (mención especial para Nice Time; Gran Premio para Every Day Except Christmas en 1957) y Estados Unidos (O Dreamland, primer premio en el Festival de Cine Experimental de Cleveland en 1957). Los programas se han exhibido con éxito en París y Nueva York; en Italia, Finlandia, Dinamarca y Japón; en Moscú y en Hampstead. Lo que en realidad comenzó como un programa único de películas creció hasta convertirse en un movimiento que ya cuenta con su propio lugar en los libros de historia del cine. Sólo nos queda agradecer al Fondo Experimental del British Film Institute su ayuda en esta empresa; a Leon Clore de Graphic Films por su apoyo constante y su asistencia; y a la Compañía Ford, cuya esponsorización de Every Day Except Christmas y We Are the Lambeth Boys se cuentan, en nuestra opinión, entre los actos de patrocinio más imaginativos e inteligentes de la historia del cine documental británico.

Al rodar estas películas y presentar estos programas hemos intentado hacer una apuesta por un cine independiente y creativo en un mundo en el que las presiones del conformismo y el mercado son cada día más poderosas. No vamos a abandonar esas convicciones, ni a dejar de intentar llevarlas a la práctica.

Pero creemos que este movimiento, bajo esta bandera particular, ya ha cumplido con su tarea. Un año más, y el propio Free Cinema se habrá convertido en otra etiqueta. Preferimos parar cuando aún estamos en plena forma.

Además, la situación está cambiando. Podría parecer que para peor: ¿cuántas salas de cine han cerrado en estos últimos tres años, y cuántas más están a punto de convertirse en salas de fiesta o en boleras? Pero nosotros no creemos que esto sea el fin del cine; preferimos considerarlo la agonía de un mal sistema. Y cuanto antes muera, mejor. Ya se aprecian algunos signos de un ambiente más sano en las películas británicas. Room at the Top es un comienzo; y Look Back in Anger le sigue los pasos (y resulta significativo que Tony Richardson, el joven director de Look Back in Anger fuera uno de los colaboradores del primer programa de Free Cinema, como codirector, junto con Karel Reisz, de Momma Don’t Allow).

Incluso el cine documental británico está comenzando a despertarse. Ya hay un grupo de voluntarios trabajando el documental social dentro de la ACT, y una película como March to Aldermaston muestra un renacer del coraje, la iniciativa y la vitalidad entre los técnicos más jóvenes. Esta última proyección de Free Cinema incluye el primer trabajo de dos nuevos directores proscritos, Elizabeth Russell y Robert Vas, así como un nutrido grupo de técnicos implicados por primera vez en este tipo de empresa –Louis Wolfers, Allan Forbes, Michael Tuchner, Jack Gold, Robert Allen–. Y lo que nos parece aún más significativo, supone el nacimiento de Unit Five Seven, el grupo de técnicos de la Granada Television de Manchester, cuya primera y excelente producción, Enginemen, estamos encantados de presentar en este programa. Con doce miembros, la mayor parte de ellos de menos de veinticinco años, este grupo tiene ya media docena de proyectos en marcha; el tono es independiente, poético, social y humano. Creemos que Unit Five Seven crecerá hasta convertirse en algo importante, y los recibimos con sincero agradecimiento.

El Free Cinema ha muerto, ¡larga vida al Free Cinema!

Lindsay Anderson
John Fletcher
Walter Lassally
Karel Reisz