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Una aproximación al trabajo de fotomontaje en la obra de Josep Renau

Isabel Álvarez Pérez
Portada de un ejemplar de la revista Estudios realizada por Renau
Recorte de una caja fuerte del fotomontaje Autorretrato del Gran capital, 1975
Recorte de una caja fuerte del fotomontaje El tiburón, 1971
Recorte de una caja fuerte del fotomontaje Moloch Hollywood, 1965
Detalle de uno de los índices del archivo de imágenes de Renau
Recorte del fotomontaje American celebrities, 1956-1965
Recorte del fotomontaje National Security, 1956
Página de un ejemplar de la revista Vogue, de Julio de 1949, utilizada como imagen matriz para National Security
Detalle de imágenes matriz para el fotomontaje National Security
Detalle de la fotografía coloreada en verde y adherida al fondo de aguadas en el fotomontaje National Security
Detalle del cartel montado sobre la imagen collage de la Estatua de la Libertad en el fotomontaje National Security
Recorte del fotomontaje Pax Americana, 1962
Página de un ejemplar de la revista Life, de 21 de Julio de 1941, utilizada como imagen matriz para Pax Americana
Detalle de recorte y montaje de materiales fotográficos en el fotomontaje Pax Americana, 1962
Detalle de retoques de color blanco en el fotomontaje Pax Americana, 1962

Desde el año 1989, en que la Fundación Josep Renau depositó en el IVAM la obra del artista procedente de su domicilio en Berlín, así como su Archivo y Biblioteca personales, sus fondos han sido investigados y estudiados con asiduidad por investigadores de diferentes nacionalidades, y su obra ha participado en numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas, otorgándole el respeto intelectual y cultural que merece. Fruto de estas, The American Way of Life, acogida por el Círculo de Bellas Artes en 2014.

Josep Renau es un artista con un profundo sentido del compromiso social y político, y tanto su obra como sus escritos, conferencias, entrevistas o su participación en la creación de revistas como Estudios, Orto o Nueva Cultura transmiten su fe en la necesidad del arte como compromiso cultural, como instrumento revolucionario y vehículo hacia la transformación de la realidad social. Afiliado al Partido Comunista desde joven, su implicación política con el Gobierno de la República lo llevó a ser nombrado Director General de Bellas Artes, en el año 1936, y a ocuparse en el año 1938 de la Dirección de Propaganda Gráfica del Comisariado General del Estado Mayor.

«Un buen día, histórico para mí, cayó en mis manos un ejemplar de la revista Arbeiter Illustrierte Zeitung, con un gran fotomontaje de Heartfiled en la portada… De repente, todo un mundo de posibilidades nuevas irrumpía en mi imaginación: toda la experiencia vital y política, todas las contradicciones de la realidad social que la teoría y la práctica revolucionarias me habían ayudado a analizar y comprender, podían entrar en mi arte en imágenes concretas, tal vez –deseaba yo fervientemente– con la acuidad política y la emotividad revolucionaria de Heartfield. Comprendí, fascinado, que mi arte podía ser un arma poderosa de lucha, que también como artista podía contribuir a la transformación revolucionaria de la realidad social que me rodeaba.»Renau, J. «La «cua» de Lenin i l’art del fotomuntatge» En: La batalla per una nova cultura. Ed. Eliseu Climent.Valencia: 1978. Texto original en valencià.

En la obra de Josep Renau, artista, cartelista, muralista y diseñador gráfico, destaca su trabajo como fotomontador, campo en el que sobresale con maestría. Desde su descubrimiento del fotomontaje como vehículo de expresión artística, esta técnica estará presente en sus trabajos como parte de su iconografía, utilizada en los fotomontajes pero también en imágenes para las revistas Estudios o Orto, o en los carteles políticos propagandísticos, cuya teorización desarrolla en su libro Función social del cartel publicitario, editado por Nueva Cultura en Valencia, en 1937. Sus aportaciones al trabajo del fotomontaje son, además de innovadoras, de una gran carga estética y sociopolítica. 

Su acercamiento al fotomontaje lo realiza de la mano de John Heartfield que, como queda patente en la cita anterior, lo impresionó sobremanera, mostrándole un nuevo mundo de posibilidades creativas. Su evolución como fotomontador, sin embargo, deriva hacia otros derroteros, trabajando en torno a elementos o temas de contenido crítico más universal, como el racismo, la alienación femenina, o el poder del capital, introduciendo el uso de la imagen publicitaria, y utilizando el color como recurso expresivo.

Como fotomontador utiliza un sinfín de imágenes para la creación de sus obras, extraídas de diferentes fuentes gráficas que a lo largo de su vida recopiló y archivó con estricto orden y sumo cuidado, lo que le llevó a la creación de un archivo de imágenes, que está integrado dentro del Archivo Renau que alberga la Biblioteca del IVAM. Esta recopilación de imágenes, que inició y nutrió principalmente durante su estancia en México de 1939 a 1958, es una auténtica memoria visual de la obra del artista. Recortes de revistas como Fortune, Life, Saturday Evening Post, o Vogue forman parte de esta recopilación que nutre su imaginario, pero también páginas de revistas ilustradas de cariz más intelectual, fotografías tomadas por él mismo o de fondos fotográficos ajenos, y un largo etcétera que conforman un conjunto muy heterogéneo. Algunas de las imágenes seleccionadas por Renau son recurrentes en su iconografía, es decir, que aparecen en diferentes fotomontajes como elementos icónicos, de gran fuerza expresiva. Como ejemplos, la estatua de la libertad, las cajas fuertes, las calaveras, la bandera norteamericana, un puño cerrado, el águila, las chicas pin-up y un largo etcétera. 

Para la búsqueda de imágenes en este archivo, Renau realizó un índice que establece un orden por materias, con referencias numéricas que luego encontramos en algunas de las imágenes del archivo, manuscritas o con cuños numéricos, y que aparecen reflejadas también en las carpetas que contienen las imágenes, algunas de las cuales se han perdido. 

En los años 1992-1993 Albert Forment cataloga e inventaría todos los documentos del archivo, como trabajo para su tesis doctoral, lo que le permitirá posteriormente escribir una biografía de Josep Renau, y realizar el catálogo razonado de su obra, convirtiéndose en uno de los autores sobre Renau más valorados. Su catalogación establece categorías documentales que facilitan la búsqueda, estudio e investigación de los fondos, respetando en el caso del archivo de imágenes, el orden que el propio Renau había diseñado a través de las carpetas referenciadas en el índice.

La importancia que para Renau tiene este archivo queda patente en uno de sus comentarios en la siguiente entrevista:

«Yo ya estoy planteándome la venida definitiva pero, desafortunadamente, se trata aun de una cosa muy difícil, por razones estrictamente materiales, y por otras, políticas y culturales….Tengo un mundo, que es mío, que va desde mis jóvenes colaboradores alemanes, hasta mi biblioteca, el archivo…Sin todo eso, en el País Valenciano, sería como un astronauta en el espacio sin cohete»Forner, G. «Un nostàlgic de futur» En: Cal Dir, num. 14, 20 Noviembre 1977. Texto original en valencià.

La compilación de imágenes es para Renau una actividad temprana, y cuando en el año 1939 tiene que salir de España hacia el exilio con lo puesto, abandonando sus libros, sus trabajos y bocetos, y lo que hasta entonces había sido su vida, identifica este hecho como su «primera catástrofe»Santiago, R. «Josep Renau. Lo importante es la función» En: Actualidad española, num.1357, 25 Junio 1978.; ningún material de su estudio en esa época ha sido rescatado. Un ejemplo lo constituye la serie de fotomontajes Los trece puntos de Negrín, encargo del gobierno de la República con el que hubiera participado en la Feria Internacional de Nueva York en 1939. Estos fotomontajes, de gran formato, introducían el color como aportación novedosa, y fueron realizados durante su estancia en Barcelona, previa al exilio. Allí se perdieron, depositados en la imprenta Seix Barral, abandonada durante la entrada de las tropas nacionales en Barcelona. Se conservan algunas imágenes fotográficas en blanco y negro de estos fotomontajes.

Lo que podríamos entender como «segunda catástrofe» sucede en su salida de México en 1958, en la que, una vez más, tuvo que abandonar su estudio y todo su trabajo allí realizado; afortunadamente, parte de su archivo de imágenes, y muchos de los fotomontajes de la serie American Way of Life, fueron rescatados gracias al uso de la valija diplomática de la Embajada de Checoslovaquia en México.

Esta serie de fotomontajes, The American Way of Life, es uno de los mejores ejemplos de su trabajo como fotomontador. Es una obra cuya creación se desarrolla en un largo período de tiempo, iniciada en México en los años 50 y terminada a finales de los 60, aunque Renau afirma que estaba terminada cuando se desplaza de México a Berlín en 1958. 

En 1967 se publica en Berlín el libro Fata Morgana. The American Way of Life, con 40 fotomontajes de esta serie y un texto de Josep Renau. En 1976, Renau participa con esta serie, con el formato y la numeración definitiva, ampliada a 69 fotomontajes, en la Bienal de Venecia. En 1977 la editorial Gustavo Gili publica una versión del Fata Morgana berlinés con el título The American Way of Life. Fotomontajes: 1952 - 1966, que, junto al texto de Renau, introduce un posfacio de Tomás Llores. 

Ya en el año 1989, y acompañando la presentación de estos fotomontajes en el IVAM como exposición inaugural, el 16 de febrero de ese año se publica el catálogo Fata Morgana. The American Way of Life, una nueva versión del libro berlinés que incluye fotomontajes presentados en la Bienal del 76, y el texto de Renau, ligeramente corregido por el autor.

El tema elegido para esta serie, la forma de vida norteamericana, está íntimamente relacionado con su pensamiento y militancia comunistas y con su vida en México, país fronterizo con los EEUU, desde donde podía apreciar las diferencias abismales entre las sociedades de ambos países, y asombrarse con el poder del capital desde su óptica comunista. En una carta de Rui Renau a Albert Forment, el hijo del autor dice:

«Tengo la impresión de que fue a partir de la ofensiva macartista en los EEUU, que en cierta medida se reflejó en México (aunque en honor a la verdad con muy poca intensidad), cuando se le ocurrió la idea de iniciar los fotomontajes»Forment, Albert. Josep Renau: Història d’un fotomuntador. Catarroja: Afers, 1997. pág. 247. ISBN: 84-86574-38-2.

La concepción de estos fotomontajes responde a un ataque contra el capitalismo acérrimo de los EEUU, y también, posiblemente, a esa persecución de todo «lo comunista» iniciada por el macartismo y mantenida durante toda la guerra fría. El uso de la paradoja para presentar un mensaje, y la utilización de imágenes llamativas, icónicas muchas veces, o tomadas de la publicidad yanqui, les aportan a los fotomontajes una fuerza expresiva que atrapa la mirada del espectador, que comprende el mensaje a través de la contradicción planteada por el artista. Como ejemplo, el fotomontaje «American celebrities», número 67 de la serie The American Way of Life, combina sobre el cartón-soporte las imágenes de la Declaración de Independencia de los EEUU, y el águila y la bandera norteamericanas, con una silla eléctrica, la explosión de la bomba atómica, una botella de Coca-Cola y unos hot dogs

A nivel técnico, los fotomontajes de Renau están realizados con recortes de imágenes de diferentes materiales gráficos adheridos sobre un soporte y coloreados y retocados a mano por el artista. A lo largo de la historia y desarrollo del fotomontaje, en muchos casos estos originales funcionan como una matriz, que después se reproduce en copias seriadas realizadas en diferentes formatos gráficos. En el caso de los fotomontajes de Renau, la matriz es la obra original, y como tal, se presenta. Deben, por tanto, ser entendidos como piezas únicas. 

Aunque la idea primigenia para el uso de estos fotomontajes pudo ser bien distinta, como menciona Renau en esta entrevista:

«En principio, todo aquel material se preparó para hacer una serie de diapositivas y pasarlas por los sindicatos. Iban unos comentarios en cinta acompañando las proyecciones. Pero este proyecto ni comenzó. Solo hice algunos pases privados. Eran años muy difíciles. La guerra fría estaba en su apogeo.»Hormigón, J.A. «Un día con Renau» En: Triunfo, 12 Junio 1976.

el hecho es que estos fotomontajes se conciben como piezas únicas, formando parte de un conjunto seriado, pero con identidad propia, y no han sido reproducidas como obra impresa, salvo para su publicación en los libros citados anteriormente, en que se presentan como la serie The American Way of Life.

La mejor descripción técnica la encontramos de nuevo en la carta de Rui Renau a Albert Forment:

«…Una vez cristalizada la idea (en la mente de mi padre), procedíamos a copiar fotográficamente las imágenes seleccionadas y a «procesarlas». Esto quiere decir que las copias obtenidas se podían colorear (a la sazón existía un procedimiento, «flexichrome» si mal no recuerdo), virar en sepia, en verde, en azul: deformar durante la ampliación, etc. Después, se recortaban cuidadosamente (muy cuidadosamente) y se pegaban con goma de zapatero (que tenía la virtud de que el sobrante podía quitarse con facilidad). Entonces llegaba la fase de terminación. Esta fase correspondía exclusivamente a mi padre quien, utilizando finos pinceles, brochas de aire, retocadores especiales, etc., se sentaba a la mesa de dibujo sin levantarse hasta haber dado por terminado el montaje. Una vez hecho esto, fotografiábamos el montaje terminado y hacíamos una copia en 5 x 7 blanco y negro que, me imagino, permitía apreciar el «impacto» del fotomontaje. La última parte del proceso consistía en protegerlo con un barniz especial.»Forment, Albert. Josep Renau: Història d’un fotomuntador. Catarroja: Afers, 1997. pág. 249. ISBN: 84-86574-38-2.

Los conocimientos de fotografía de Renau, iniciados posiblemente como trabajador de la imprenta Ortega a través del uso de la fotolitografía, marcaron su trayectoria como artista. Renau dispone, para la realización de los fotomontajes, de un laboratorio fotográfico con el que poder fotografiar, manipular las imágenes con la ampliadora, revelarlas seleccionando su tamaño y un mayor o menor contraste de la imagen, y tratarlas con virados o policromados. 

Una vez obtenidas las imágenes fotográficas, las recorta en elementos que encajan perfectamente sobre la superficie del cartón, acoplándose como piezas de un puzle, sobre fondos fotográficos o policromados por él mismo. Una vez montado el fotomontaje, Renau trabaja a mano para retocar, iluminar, desvanecer, unir, o resaltar aquellas partes que considera necesarias para el acabado final. Utiliza técnicas propias del retoque fotográfico, como el uso de tramas aplicadas a pincel, o tintas planas, por aplicación de pintura mate, que ocultan elementos que no interesan al discurso, o eliminan defectos, o aportan sensación de continuidad hacia el fondo del fotomontaje. Es muy importante el uso del aerógrafo para sus acabados, que ya utilizaba en los carteles, y que es una técnica muy novedosa en los inicios de su trabajo como artista. Posiblemente Renau es uno de los pioneros del uso del aerógrafo en España. Esta técnica la utiliza para los fondos, pero también sobre la superficie del collage fotográfico, para unir zonas de recorte, o desvanecer elementos que se integran con el fondo.

En el fotomontaje National Security…, número 52 de la serie The American Way of Life, Renau utiliza una imagen muy representativa de la iconografía norteamericana: la Estatua de la Libertad, que aparece también en otros fotomontajes. 

De hecho, una de las carpetas del archivo «Estatua libertad 42» recopila imágenes de la misma extraídas de diferentes fuentes documentales. En ella encontramos la imagen matriz que Renau utiliza para su fotomontaje. Una referencia manuscrita de Renau: «Vogue» 7/49 R, nos indica que la imagen está obtenida de un ejemplar de Julio de 1949 de la revista Vogue, y la R centrada en un círculo podría indicar que ha sido reproducida. Junto a ella, dos fotografías en blanco y negro, realizadas muy probablemente por el propio Renau, muestran el trabajo de selección y fotografiado de la imagen que comentamos anteriormente. Esta imagen, de escasa nitidez en el original, pasa de la misma forma al fotomontaje, en el que se aprecia como una imagen difusa, con las luces y sombras poco definidas. 

El fotomontaje ha sido realizado sobre un cartón grueso al que Renau ha aplicado un fondo de color en aguadas y aerógrafo, utilizando varios tonos. Sobre este fondo, ha adherido tres elementos fotográficos recortados que no se superponen entre sí, sino que se encajan sobre el plano. La imagen fotográfica central es la de la Estatua de la Libertad obtenida de la revista Vogue, y está ligeramente coloreada en un tono verdoso. Sobre ella, un cartel recortado y adherido que reza: Made in France, atravesado por la palabra «Suspect» y el cuño del FBI remata el fotomontaje. 

Otro fotomontaje con la imagen de la Estatua de la Libertad, es el titulado Pax Americana, número 47 de la serie The American Way of Life, cuya imagen está en la misma carpeta del archivo, con referencia manuscrita por Renau: Life-Jul-21-41 que nos indica que pertenece a un ejemplar de la revista Life, de 21 de Julio de 1941. En este caso no aparece la R, pero reconocemos la imagen en este fotomontaje, por su posición y por la sombra de la barbilla de la estatua sobre su pecho. 

En este caso, la base del cartón está pintada en negro mate, y sobre ella ha adherido recortes de material fotográfico: la estatua de la libertad, el misil que lleva en su mano derecha, y el fondo de estelas de aviones, coloreada esta última en naranja, y materiales impresos, que muestran un paisaje de rascacielos y unos fondos de nubes. El trabajo de recorte y montaje de materiales fotográficos sobre la imagen de la estatua de la libertad, demuestra la maestría y el cuidado con que Renau ejecuta sus fotomontajes. Se aprecia en detalle, el retoque de esta imagen con tintas planas aplicadas a pincel, muy sutiles pero que elevan las luces donde interesa resaltarlas. 

El material gráfico recopilado por Renau en su archivo aporta a la obra un gran valor documental, y nos muestra el proceso creativo de la misma, abriendo el abanico de posibilidades con las que el artista contaba y que finalmente descartó para elegir una, la que constituye la obra de arte. Este hecho pone en valor el archivo, no solo como una fuente documental, sino como la base del estudio técnico, artístico y estético de su obra.

Por su calidad e interés histórico y artístico, su obra ha pasado a formar parte de la colección del IVAM como un depósito, lo que permite su exhibición como parte de la misma, condicionada al compromiso de su difusión y su conservación tanto curativa como preventiva. Su archivo y su biblioteca están depositados en la Biblioteca del IVAM, para su difusión e investigación públicas.

El Archivo acoge un gran número de documentos gráficos de gran importancia para comprender la vida y la obra de este artista, y su trascendencia en la historia del arte contemporáneo. 

* Archivo Renau del IVAM. Agradecimento al IVAM y a la Fundación Josep Renau por el material facilitado.