Traducción española de Jorge Navarro Pérez en Obras, II, 1, pp. 245-249, Madrid, Abada, 2007
La destinación de una revista es hacer patente el espíritu propio de su época. La actualidad de ese espíritu es más importante para ella que su unidad o claridad; por tanto una revista estaría condenada –como los periódicos– a la insustancialidad más completa si en ella no pudiera configurarse una vida con fuerza suficiente para salvar todo cuanto resulte problemático con base en su propia afirmación.
Obras II, 1, p. 245
El criterio de verdadera actualidad no se encuentra en el público.
Obras II, 1, p. 245
Hoy toda revista debería ser implacable en el pensamiento e imperturbable en lo que dice, sin prestarle al público la menor atención cuando así resulte necesario, aferrándose a lo que en verdad es actual, que va tomando forma por debajo de la estéril superficie de eso nuevo o novísimo cuya explotación se ha de ceder a los periódicos. Para toda revista entendida de ese modo, la crítica es sin duda el guardián del umbral.
Obras II, 1, pp. 245-246
La crítica grande ha de dar razón de la verdad de las obras, como lo exige el arte no en menor grado que la filosofía.
Obras II, 1, p. 246
Las traducciones […] no han de ser nunca entendidas en tanto que una transmisión de modelos, como antes solía suceder, sino en tanto que escuela insustituible para el desarrollo de la lengua. Donde ésta aún no conoce el contenido sobre el cual se construye, el contenido de otras se le ofrece con la tarea de abandonar los elementos muertos del lenguaje y desplegar los elementos nuevos.
Obras II, 1, p. 247
La universalidad filosófica es la forma en cuya realización puede una revista demostrar ser sensible a la verdadera actualidad.
Obras II, 1, p. 248
En las manifestaciones de lo científico, todo lo actual y lo esencial suelen separarse mucho más que en el arte y la filosofía.
Obras II, 1, p. 249
Lo en verdad actual sólo se muestra a la concentración filosófica concreta.
Obras II, 1, p. 249