¡Tengo los labios secos, grandes ruidos modernos,
[siento!
de estar oyéndoos demasiado cerca,y mi cabeza arde de quereros cantar con exceso
en la expresión de mis sensaciones,
con un exceso que es contemporáneo de vosotras, oh máquinas!
Y con fiebre, y mirando los motores como Naturaleza tropical –grandes trópicos humanos de hierro y fuego y fuerza–,
canto y canto el presente, y también el pasado y el futuro,
porque el presente es ya todo el pasado como es todo el futuro
y hay Platón y Virgilio en esas máquinas y en las luces eléctricas
sólo porque existieron y que fueron humanos Platón y Virgilio,
y quizás hay pedazos de un Alejandro Magno del siglo cincuenta;
átomos que irán a tener fiebre dentro del cerebro del Esquilo
[que habrá en el siglo cien,
andan por estas correas de transmisión, andan por estos[émbolos y por estos volantes,
Poesía III. Los poemas de Álvaro de Campos 1
«Oda triunfal», vss. 10-23, p. 111
CIUDAD
¡Tengo los labios secos, grandes ruidos modernos,
[siento!
de estar oyéndoos demasiado cerca,y mi cabeza arde de quereros cantar con exceso
en la expresión de mis sensaciones,
con un exceso que es contemporáneo de vosotras, oh
[máquinas!
Y con fiebre, y mirando los motores como Naturaleza tropical
–grandes trópicos humanos de hierro y fuego y fuerza–,
canto y canto el presente, y también el pasado y el futuro,
porque el presente es ya todo el pasado como es todo el futuro
y hay Platón y Virgilio en esas máquinas y en las luces
sólo porque existieron y que fueron humanos Platón y Virgilio,
y quizás hay pedazos de un Alejandro Magno del siglo
[cincuenta;
átomos que irán a tener fiebre dentro del cerebro del Esquilo[que habrá en el siglo cien,
andan por estas correas de transmisión, andan por estos[émbolos y por estos volantes,
Poesía III. Los poemas de Álvaro de Campos 1
«Oda triunfal», vss. 10-23, p. 111
FÁRMACOS
AMOR
¿Que cómo? Vea, vea, somos páginas, páginas aplicadas de
[novelas.
Somos traducciones, hijo mío.¿No sabe usted por qué está tan triste? Eso es por culpa de
[Platón,
alguien al que usted nunca leyó.Y un soneto de Petrarca, que usted desconoce, ha aumentado
[el equívoco,
El fin del arte es imitar perfectamente la Naturaleza. Este principio elemental es justo si no olvidamos que imitar a la Naturaleza no quiere decir copiarla, pero sí imitar sus procesos. Así, la obra de arte debe tener las características de un ser natural, de un animal; debe ser perfecta como son ―y cada vez lo vemos mejor según la ciencia progresa― los seres naturales; […] Así, notémoslo, la idea de perfección no es, como pensaba Platón, griego decadente, una idea venida del ideal; la idea de perfección nace de la contemplación de las cosas, de la Materia y de la perfección que la Naturaleza pone en los seres que produce […]