El poema moderno verdadero es vivir sin poemas,
él es el tren real, pero no en cambio los versos que lo cantan,
hierro de los raíles, de los raíles calientes, el hierro de las
[ruedas, él, su real giro.
Pero no mis poemas hablando de railes y de ruedas sin ellos.Poesía III. Los poemas de Álvaro de Campos 1
«Salutación a Walt Whitman», vss. 514-517, p. 303
FÁRMACOS
VERDAD
¿Qué eres tú aquí?, ¿qué eres tú aquí?, ¿qué eres tú aquí?
¡Embárcate, incluso sin maletas, en ti mismo diverso!
Poesía VI. Los poemas de Álvaro de Campos 4
«Realidad», vss. 27-39, p. 133
FÁRMACOS
En mi infancia y primera adolescencia hubo para mí, que vivía y era educado en tierras inglesas, un libro supremo y absorbente: los Pickwick Papers de Dickens; todavía hoy, y por eso, lo leo y releo como si no hiciese otra cosa que recordar.
En mi segunda adolescencia dominaron mi espíritu Shakespeare y Milton, así como accesoriamente aquellos poetas románticos ingleses que son sus sombras irregulares; entre éstos fue quizá Shelley aquél con cuya inspiración conviví más.
En lo que puedo llamar mi tercera adolescencia, pasada aquí; en Lisboa, viví en la atmósfera de los filósofos griegos y alemanes, así como en la de los decadentes franceses, cuya acción me fue súbitamente barrida del espíritu por la gimnasia sueca y por la lectura de la Dégénérescence de Nordau.
Sobre literatura y arte
«(Carta) A José Osório de Oliveira», p. 22
LECTURAS / ESTÉTICA