¿Cuál es el programa de los partidos burgueses? Un primaveral poema malo, atiborrado de comparaciones hasta el punto de ir a reventar. De ese modo, en efecto, el socialista ve el ‘futuro mejor de nuestros hijos, como también el de nuestros nietos’, donde todos actúen ‘como si fueran ángeles’, todos tengan tanto ‘como si fueran ricos’ y todos vivan ‘como si fueran libres’. Pero por ahí no hay ni rastro ni de ángeles, ni de riqueza, ni de libertad.
Los lujosos aposentos y edificios son para los príncipes y los ricos. Quien vive ahí se siente tranquilizado... y por eso no quiere nada más. Esto va contra mi naturaleza.
Conversación de Goethe con Eckermann del 23 de marzo de 1829. Cit. en W. Benjamin, Obras II, 2, p. 350
Las cosas fabricadas han perdido la noble indiferencia por las esferas de la riqueza y la pobreza. Cada cosa hoy deja su impronta sobre su propietario, que no tiene ya otra elección que presentarse como un pobre diablo o, al contrario, como especulador.
La riqueza y la velocidad son hoy por cierto eso que el mundo admira y que todos desean. Los ferrocarriles, los vapores, el correo y todas las facilidades de la comunicación son lo que ahora busca el mundo culto para cultivarse todavía permaneciendo en la mediocridad... Propiamente, este siglo corresponde a las cabezas capaces, a las personas prácticas que, provistas de cierta destreza, sientan su superioridad sobre los muchos, sin que tengan talento para cumplir lo máximo. Mantengámonos pues lo más posible en la mentalidad con que vinimos, y así tal vez, con unos pocos, podamos ser los últimos de un tiempo que tardará bastante en regresar.
Carta de J. W. Goethe a K. F. Zelter del 6 de junio de 1825. Cit. en W. Benjamin, Obras IV, 1, p. 94.