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Bonifacio. Su pintura, su mundo

Jesús Miguel Marcos
Fotografía Eva Sala   /   Reproducción de obra Pep Escoda

Artista inclasificable y excéntrico, de carácter irreverente y biografía extravagante, Bonifacio ha desplegado su obra artística a su manera y por su cuenta. Una carrera indisociable de su azarosa y arriesgada existencia, marcada por su estrecha relación con el grupo de Cuenca y, más en concreto, con Antonio Saura. Los que lo conocen, algunos de ellos, desvelan en este reportaje la figura de un hombre extremadamente vital, desarraigado, talentoso y auténtico; fiel a sí mismo, a la pintura y al placer de vivir. Bonifacio visto por la mirada de amigos, colegas y conocidos: Antonio Pérez (poeta y coleccionista), Miguel Logroño (crítico de arte), Ángel S. Harguindey (periodista), Miguel Galanda (artista), Javier Mugarza (galerista), José Luis Merino (crítico de arte), Juan Marsé (escritor), José Menese (cantaor), Ramón Chao (escritor) y Antonio Gayo (grabador y actual colaborador de Bonifacio).

UN ARTISTA MUY PERSONAL

MIGUEL GALANDA

Es un hombre que ha hecho su obra apartado voluntariamente de la cosa social. Hay una frase suya que dice: «Al pintor que se le ve demasiado es que está poco tiempo en el estudio». Ha llevado su vida en función de la pintura, del arte, y ha descuidado mucho las relaciones. Desde el punto de vista pictórico es tremendamente original, no tiene un modelo claro ni se lo puede adscribir a ninguna corriente. Su obra es inconfundible, es único.

JUAN MARSÉ

En su obra yo distinguiría, por encima de todo, la originalidad, así como un cierto sentido de la ironía y del sarcasmo.

RAMÓN CHAO

Es normal que al hablar de su pintura mencione las cicatrices. Boni, desdichadamente, ha tenido muchas heridas que más o menos le han cicatrizado, pero que sin duda se reflejan en su obra.

ANTONIO GAYO

Es un artista muy personal, que hace su trabajo al margen de críticas y de cualquier cosa que no sea su propio placer por hacerlo. Su obra es muy singular y no atiende ni a modas ni a tendencias.

ÁNGEL S. HARGUINDEY

Yo no soy un gran experto, pero destacaría su dedicación, su constancia, su entrega y su afán de experimentar, así como el gran respeto que sienten los demás pintores por su obra. Y más que su obra valoro su persona, aunque lo más probable es que formen una unidad indisoluble.

BONIFACIO PINTOR

ANTONIO PÉREZ

La decoración está ausente de su obra. Muchas veces hemos charlado sobre la intensidad en el arte, algo evidente en su trabajo. Bonifacio pintaba porque era necesario pintar. Aunque tiene esa cosa romántica de confundir vida y obra, jamás ha caído en la frivolidad.

MIGUEL GALANDA

Esos personajes tan especiales que surgen de su encuentro con los insectos, yo creo que eso es original:no son un refrito de otros pintores, sino que son algo muy suyo, sacados de la observación de la naturaleza.

JUAN MARSÉ

Su obra me transmite emociones, sentimientos, una idea del mundo y del hombre. Me gusta por estas razones tan abstractas, pero tan ciertas.

ANTONIO GAYO

Trabajar con él es como hacerlo con un amigo. A nivel personal es grandísimo. No tiene ninguna pose. Es como bajar al bar a tomar una copa con un colega. Muy fácil.

JAVIER MUGARZA

Todo pintor tiene que tener una base. Y Boni es un excelente dibujante, tiene unos dibujos maravillosos. Le gustaba mucho pescar. Recogía bichos, los disecaba y luego los pintaba. Yo vendí muchos grabados de esos a coleccionistas americanos. Siempre me decían: ¡cómo dibuja este hombre! ¡Qué maravilla!

PINTOR PARA PINTORES

JOSÉ MENESE

Es posible que Bonifacio encaje en esa definición. Sí, eso también pasa en el flamenco, que hay cantaores para flamencos, y no para las mayorías. En el cine pasa mucho. Buñuel era un director para gente entendida en cine, el pueblo llano no entiende las películas de Buñuel.

RAMÓN CHAO

Me parece que no es cierto. Su pintura es muy atractiva, muy decorativa también. A mis hijos les gustaba muchísimo Boni, y eran unos críos. También a mí me encanta y no soy pintor.

ANTONIO PÉREZ

Es un pintor para pintores. Y gente como Saura o Tàpies lo han reconocido. Sin em-bargo, es difícil ver su obra en los museos españoles. Hay algo en Bilbao, en mi fundación en Cuenca, que creo que tiene la mejor colección expuesta de él. Pero en el IVAM no ves nada de él, en el Reina Sofía tampoco… Es un poco injusto.La vida en Cuenca

ANTONIO PÉREZ

Respetábamos mucho la intimidad de los demás y llevábamos una vida muy de interior. Nadie se presentaba en tu casa sin llamar antes primero. La vida de provincias es para estar en casa, trabajando, con tus libros. Luego sales y viajas, por supuesto, pero la verdad es que la vida social en una ciudad como Cuenca puede llegar a ser bastante aburrida; hay que tener cierta capacidad de aguante.

JAVIER MUGARZA

Él era muy amigo de Guerrero, que era un hombre que madrugaba mucho. Y Boni, por el contrario, pintaba mucho de noche y se acostaba muy tarde. Un día, a eso de las ocho de la mañana, Guerrero lo llamó: «Oye, baja a desayunar, que te tengo que explicar unas cosas». Y Boni, aunque fastidiado, bajó. Al día siguiente, lo mismo. Al tercer día que hizo eso, Boni tenía un balde de agua preparado y en cuanto el otro llamó, se lo tiró encima.

RAMÓN CHAO

Me había comprado una casa en Cuenca por indicación de Antonio Saura, en la calle Mayor. Durante veinticinco años pasé un mes al año en Cuenca. Y allí conocí pronto a Boni, que me causó una gran emoción, tanto por su forma de ser como por su modo de vivir y, sobre todo, por su arte. Me pareció un gran pintor inmediatamente. Y esa forma de vivir tan exagerada y peligrosa que llevaba me subyugó. El grupo de Cuenca

ANTONIO PÉREZ

Desaparecido Saura y desaparecido Millares, Bonifacio es el más importante. Por encima de todos. Zóbel fue un hombre interesantísimo, un gran esteta que animó mucho el arte; Gerardo Rueda fue un gran pintor también, y el mismo Gustavo Torner, pero yo creo que es más interesante la pintura de Bonifacio. Hay en él menos esteticismo y, a la larga, es el más pintor de todos.

MIGUEL GALANDA

Pues estaba pero no estaba, que es lo que le pasa también en el mundo de la pintura. Estaba en ese lugar, con esos pintores, pero no hacía lo que hacían los demás. No hizo exactamente lo que debía hacer, especialmente para los críticos. Porque los críticos necesitan colocar a los pintores en corrientes y grupos, pero él no era del grupo El Paso, aunque convivía con ellos y tenía la casa a su lado. Él era especial. Muchos críticos no lo han entendido nunca; no saben dónde ponerlo, porque hizo su obra original y personal. Precisamente ésa es su grandeza.

JUAN MARSÉ

Yo lo situaría en un lugar destacado entre los pintores de Cuenca.

RAMÓN CHAO

Creo que en el grupo de Cuenca no encaja, porque no encaja en ningún sitio.

ANTONIO GAYO

Más que integrado en la corriente de pintores, él simplemente estaba allí. Con Saura tuvo una relación muy estrecha, de muchísima amistad.

MIGUEL LOGROÑO

En el grupo de Cuenca ocupa un lugar de primer orden. No cabe decir que es el mejor o el peor, pero sí que ostenta un primerísimo lugar.

ANTONIO SAURA

ANTONIO PÉREZ

Antonio era un gran seductor y sedujo a Bonifacio. Tenía cuadros estupendos de Bo-nifacio y ha escrito sobre él diversos textos. En un momento dado influyó mucho en él: lo sacó de la pintura blanca y un tanto inocente de la escuela de Cuenca, de esa pintura tan esteticista a veces, y cayó en la pintura de Saura, en el negro.

MIGUEL GALANDA

Saura era amistad, cariño y… además, aunque pareciera tan serio, era un cachondo; y Bonifacio también, así que se lo pasaban muy bien juntos. JAVIER MUGARZA

Eran amigos íntimos. Saura quería a Boni como a un hermano.

RAMÓN CHAO

Antonio le tenía un gran respeto. Tenía un gran cuadro de Boni en la entrada de su casa.

JOSÉ LUIS MERINO

Saura se dio cuenta de que Bonifacio pintaba con una magia y un duende asilvestrados fuera de lo común. De ahí la abierta admiración que siempre le profesó.

EL COLOR

JAVIER MUGARZA

Tiene un gusto muy especial para los colores. Utiliza con gran habilidad los rojos, los verdes, los ocres... Tiene un sentido del color impresionante.

MIGUEL GALANDA

Su poderío se muestra con todo ese colorido, que a veces es excesivo, como una especie de sinfonía. Además, le gustan los colores chirriantes y ácidos, como el verde, unos verdes rarísimos.

ANTONIO PÉREZ

Es curioso que los pintores del norte –pasa lo mismo con los del grupo Cobra, de Bruselas, Ámsterdam…–, siendo de lugares más lluviosos y más oscuros, tengan esa explosión de color. Y cómo, sin embargo, en España es al revés, es una pintura más oscura, más negra, como en el caso de Saura, Millares o Tàpies. En Bonifacio ha habido una explosión de color tremenda. Y además es un pintor que ha utilizado mucho el amarillo, cosa que no es muy frecuente.

RAMÓN CHAO

Lo domina de maravilla. Le salen unas formas esperpénticas, pero con una gran calidad de contorno, de colores, de composición…

BONI Y EL GRABADO

MIGUEL GALANDA

Como grabador quedan pocos como él. Yo lo he visto trabajar y lo primero que hay que señalar es que hace él mismo sus grabados. Ahora está de moda que te los hagan. Tú haces un dibujo y todo el trabajo es del grabador, que se está convirtiendo en un auténtico artista. Bonifacio, en cambio, lo empieza y lo acaba, lo reempieza y lo tacha… Le lleva el mismo trabajo que la pintura, porque lo toca, lo retoca, lo llena de color… Y todo eso se aprecia en las planchas, que van cogiendo capas y capas… Por eso es tan abigarrado su grabado. A veces se pasa años haciendo grabado, y deja de lado la pintura. Generalmente no mezcla. Y le da la misma importancia a los dos medios.

ANTONIO GAYO

Cuando Bonifacio hace obra gráfica –tanto grabado como litografía–, no reproduce la pintura, sino que lo afronta como una obra en sí misma. Antes de plantear la obra, piensa en la técnica, de la que es un gran conocedor. Al parecer, hace años le puso mucho interés y aprendió a menejarse estupendamente. Por ejemplo, para la serie de insectos que hizo en Cuenca, él mismo mordió las planchas e hizo las primeras pruebas. Esto no es en absoluto normal en los artistas, que suelen delegar en los talleres. Bonifacio ha aprovechado muchísimo lo que la técnica le puede dar y ha trabajado en estos campos con gran autenticidad.

MIGUEL LOGROÑO

En grabado es una bestia parda. En dibujo, en pintura… Es un animal pictórico, plástico. Un grabador extraordinario. Y eso por fuerza significa ser un dibujante magnífico. Maneja la técnica mixta también, la mezcla de distintos elementos en el propio grabado. Supongo que se nota mucho que soy un auténtico fan de Bonifacio...

UN PERSONAJE SINGULAR

ANTONIO PÉREZ

Recuerdo que Alejo Carpentier, que era muy amigo nuestro y venía mucho por Cuenca –y no era nada ingenuo–, me dijo un día sorprendido: «nunca he visto a nadie usar tantos términos para nombrar el sexo femenino como Bonifacio». Y yo le dije: «pero si es todo mentira, se los inventa». Por ejemplo, decía: «esa mujer, ¡qué sartenazo tiene!». Era un inventor de palabras, eso es verdad.

MIGUEL GALANDA

En ocasiones le daba por sacarse la dentadura postiza y te saludaba estrechándote la mano, con la dentadura en ella. Te pegaba unos sustos tremendos.

JOSÉ MENESE

Mi hija solía tener unos dolores de cabeza muy fuertes, así que Boni le hizo un grabado, una especie de escarabajo, y le dijo: mira, para que cuando lo mires se te quite el dolor de cabeza.

RAMÓN CHAO

No le podías decir que un cuadro te gustaba, porque te lo daba. Yo recuerdo que alguna vez le dije: «Boni, éste es una maravilla». Y él: «toma, toma, llévatelo, llévatelo».

ANTONIO GAYO

Un día de trabajo con él es muy entretenido. Al ser vecinos puerta con puerta, se suele pasar todos los días pero, eso sí, por las tardes, porque él nunca madruga. Así que por las mañanas yo voy haciendo mis pruebas, las cosas que hemos hablado el día anterior... Y ya por la tarde –siempre, por supuesto, con un güisquito y muy relajadamente– vemos el trabajo, charlamos y las cosas van saliendo… Mitad conversación, mitad trabajo, mezclando siempre lo personal y lo profesional . Hay días que se nos pasan las horas y ni siquiera hemos hablado de trabajo. Nos quedamos charlando y nada más.La mujer

ANTONIO PÉREZ

Ha sido un buen mujeriego. Le ha gustado mucho la mujer, ha jugado mucho a ello, y también la pornografía, la irreverencia…

MIGUEL GALANDA

Le han gustado mucho las mujeres, pero luego no ha tenido tantas. Para él la mujer es como la pintura. Una especie de atracción total. Pero no en un sentido frívolo. Yo creo que siente un amor profundo hacia el sexo femenino.

MIGUEL LOGROÑO

Bonifacio es un ser masculino, pero dulcemente, no es un bruto, un macho…

LOS TOROS

RAMÓN CHAO

Recuerdo que nos contaba el pánico que sentía cuando salía al ruedo; era impresionante. Se orinaba del miedo que pasaba delante del novillo. Y por eso tuvo que dejarlo. Las pasó putas.

ANTONIO GAYO

Cuando Bonifacio estaba de torero y lo avisaban de que al día siguiente tenía una corrida en no sé donde, él podía contestar: «Mañana no toreo, yo toreo cuando me apetece». Solía decir que el torero que no tiene miedo no es un buen torero. Lo dejó porque lo cogió un toro.

ÁNGEL S. HARGUINDEY

Él siempre decía que cambiaba una exposición en el MoMA por una tarde en la Maestranza. Entre el arte y el toreo, él hubiera preferido haber triunfado en el toreo… A Bonifacio lo define una enorme y profunda intensidad en el placer de vivir. Es un hombre muy vitalista y amante de las cosas pequeñas de la vida. Pescar truchas, ir a los toros, compartir tertulias, el flamenco, las mujeres…

JOSÉ LUIS MERINO

Hubo una época, ya muy entradito en años, que si le preguntaban si prefería ser Pablo Picasso o Antonio Ordóñez, se quedaba sin dudar con el segundo. Más tarde, en cambio, acabó por poner a Picasso por encima de los toreros e incluso de los demás pintores del siglo xx.

EL JAZZ

ANTONIO GAYO

Tocó con un grupo, pero no sé el nombre. Él se arrimaba a verlos tocar hasta que consiguió que le dejaran participar. Le decían que tenía que aprender solfeo y creo que incluso aprendió algo. Tampoco debió de durar mucho.

MIGUEL LOGROÑO

Pues probablemente se refleja en su obra. Hay en su pintura un totum revolutum en muchos sentidos. Bonifacio no quiere ser ajeno a nada en su ser pictórico.

JOSÉ LUIS MERINO

Yo creo que el jazz sólo se percibe en las obras primerizas, las de San Sebastián. A partir de su estancia en Bilbao y de su posterior partida para Cuenca, para recalar en Madrid, no me parece que se palpe nada de jazz en sus obras.ÁNGEL S. HARGUINDEY

Seguro que se nota en los cuadros. En un hombre como él, en San Sebastián, en tiempos difíciles y pocas aperturas, formar un grupo de jazz y tocar se convirtió en parte de su acervo cultural. El jazz fue una música de vanguardia y eso algo tendría que ver con su tendencia a la experimentación plástica.

MADRID

ANTONIO PÉREZ

La gente venía a la provincia como una especie de gracia. Pero la provincia, y Cuenca en concreto, acaba comiendo al personal, y puedes terminar aburrido si no tienes mucha base de lectura, horas de taller… Madrid es muy tentador y Boni acabó cayendo en sus garras.

JOSÉ MENESE

Se iba a casar con una mexicana en Madrid y me pidió que le organizara una fiesta en Casa Patas. Él era asiduo del local. Me dijo: «yo pagaré a los artistas que tú traigas, pero a ti te regalaré un cuadro». Vi el cielo abierto, porque me gusta mucho más la pintura que el dinero. Se hizo la fiesta y aquello quedó maravillosamente bien. Y de ahí arrancó el tablao de Casa Patas, de la boda de Bonifacio.

ANTONIO GAYO

En Madrid goza de un anonimato que no tenía en Cuenca. Baja todos los días a comer a un bar que calificaríamos como cutre, pero que para él es una maravilla, porque nadie lo conoce y está en su salsa. Es uno más. Por algo que salió en los periódicos, los del bar se dieron cuenta de que Bonifacio era famoso y le pidieron que les pintara un cuadro.

PINTOR MALDITO

JOSÉ LUIS MERINO

Detrás de algunos cuadros suyos se palpa una amalgama de vómitos, una atmósfera prostibularia, orines, todo ello adobado por un sinnúmero de resacas. En cierto modo, su pintura se parece a su vida, y su vida ha estado sumergida en el buceo oscuro de los placeres, al modo de un Pantagruel de los sentidos. Bonifacio ha vivido los años a mordiscos.

ANTONIO PÉREZ

Yo lo conozco de hace cuarenta años y ya ganaba dinero. No era como Barceló, pero sí ha estado muchos años vendiendo cuadros. Cuenca está llena de obra suya. Yo le hice una vez una exposición que se llamaba Bonifacio en las colecciones conquenses y tuve que parar porque era enorme. Y eso que se limitaba a Cuenca y no se tuvieron en cuenta los cuadros de los museos y los bancos.

MIGUEL GALANDA

Más que maldito, yo diría que no se ha ocupado del lado social del arte. No es maldito porque es muy reconocido por los pintores. Y si es desconocido para el gran público es porque no se ha hecho autopropaganda. Pero no creo que sea maldito.

JAVIER MUGARZA

Pues yo creo que un poco de maldito ya tiene. Boni debería estar hoy muy por encima del nombre que tiene, pero mucho.

RAMÓN CHAO

Hombre, yo creo que no. Al menos, como pintor no lo veo maldito. Ves su pintura y empiezas a pensar en otros pintores, en los americanos que tanto influyeron en él y en Saura. Y como persona tampoco es maldito, es un bendito que lleva su propia vida y al que hay que querer mucho.

PERSONAL E INTRANSFERIBLE

ANTONIO PÉREZ

A Bonifacio le gustaba mucho la boutade, sorprender, jugar…

JAVIER MUGARZA

Es un hombre bastante retraído, aunque también es muy divertido y gracioso. Tiene mil anécdotas, mil amigos. Le gusta mucho el cante, fue muy amigo de Camarón… También es un tío que ha leído mucho, es bastante culto.

JOSÉ MENESE

Tiene muchísima personalidad, en todo. Bonifacio es un punto y aparte. Es muy anarca, tremendamente cariñoso, con un corazón enorme.

ANTONIO GAYO

Le gusta hablar absolutamente de todo lo que pasa: fútbol, cotilleo, Salsa rosa… Todo lo que sucede le interesa. Lee mucho también, muchas revistas. Después me va pasando las revistas viejas y me las comenta… En el quiosco las coge de todo tipo: arqueología, perros de caza, pesca, científicas… Es un curioso.

JUAN MARSÉ

Tiene una personalidad muy activa y acusada, compleja, fuerte. Es todo un personaje.