Los poetas podrán decir que Haussmann se vio en realidad más inspirado por las divinidades del subsuelo que por las divinidades superiores.
Dubech-D’Espezel. Histoire de Paris, París, 1926, p. 418. Cit. en Obra de los pasajes, C 3, 8
Las construcciones de Haussmann son la representación correspondiente, en su maciza eternidad amurallada, a los principios propios del gobierno imperial absolutista: entera supresión de cualquier tipo de formación individual, de cualquier desarrollo orgánico autónomo; el más completo odio por toda clase de individualidades.
J. J. Honegger. Grundsteine einer allgemeinen Kulturgeschichte der neuesten Zeit, V, Leipzig 1874, p. 326. Cit. en Obra de los pasajes, E 1 a, 1
Las expropiaciones bajo Haussmann. [...] «Con ellas se creó una nueva industria, y ésta, con el pretexto de proteger el interés del expropiado, no retrocedió ante ningún fraude [...] Era una especie de banda de ladrones desvalijando la caja ciudadana».
Los trazados de Haussmann eran arbitrarios por completo; no eran conclusiones rigurosas propias del urbanismo. Antes bien, se trataba de medidas de orden financiero y militar.
Le Corbusier. Urbanisme, París, 1925, p. 250. Cit. en Obra de los pasajes, E 2 a, 1
La preferencia de Haussmann por privilegiar las perspectivas implicaba el intento de imponer formas artísticas a la técnica (urbanística). Esto es algo que siempre lleva al kitsch.
Nuevas arterias [...] comunicarían el corazón de París con las estaciones, con el objeto de descongestionarlas. Otras serían parte en el combate con la revolución y la miseria; serían así vías estratégicas perforando los focos de epidemia como los núcleos de la sublevación, [...] dando acceso al ejército; comunicando [...] el gobierno y los cuarteles [...] y los cuarteles con los arrabales.
Georges Laronze. Le baron Haussmann, París, 1932, pp. 137-138. Cit. en Obra de los pasajes, E 3 a, 3
Se ancharon las calles de París para que circularan las ideas y, ante todo, que desfilaran los soldados. Así, París ha sido estratégicamente embellecido.
Paris nouveau jugé par un flâneur, París, 1868, pp. 21-22. Cit. en Obra de los pasajes, E 4, 4
Se construyeron fortunas escandalosas en el propio entorno del prefecto. Hay una leyenda que atribuye a madame Haussmann, en un salón, la siguiente e ingenua reflexión: «Es bastante curioso: siempre que compramos un inmueble, va a pasar por allí un bulevar».
Dubech-D’Espezel. Histoire de Paris, París, 1926, p. 423. Cit. en Obra de los pasajes, E 5, 4
La posición de Haussmann en lo que hace al pueblo de París está en la misma línea que Guizot con el proletariado: «población exterior», en su concepto.
George Plechanow. «Über die Anfänge der Lehre vom Klassenkampf», Die neue Zeit, XXI, 1, Stuttgart, 1903, p. 285. Cit. en Obra de los pasajes, E 9 a, 8
La haussmannización de París y las provincias fue la gran plaga del Segundo Imperio. [...] «Si las obras van bien, todo va bien», dice un adagio popular, que ha pasado al estado de axioma económico intocable. Según eso, cien pirámides de Keops, ascendiendo juntas hacia el cielo, serían el innegable testimonio del desbordar de la prosperidad. Un extraño cálculo, sin duda. En un estado bien organizado, donde el ahorro no ahogue la inversión, la construcción sería un buen termómetro de la fortuna pública existente. Dado que nos revela en ese caso un crecimiento de la población junto a un excedente de trabajo donde se [...] fundamenta el porvenir. Fuera de esas estrictas condiciones, la paleta no acusa sino las fantasías asesinas características del absolutismo. Que, si olvida un instante su pasión de la guerra, al punto se ha de ver arrebatado por la pasión de la construcción.
Auguste Blanqui. Critique sociale, París, 1885, vol. I, pp. 109-111 (nota fechada a 26 de mayo del año 1869). Cit. en Obra de los pasajes, E 11 a, 1
La burguesía sólo tiene un método para dar solución, a su manera, a la situación de la vivienda; resolverla siempre de tal modo que la solución vuelva a crear el problema de nuevo, una vez más. ‘Haussmann’ es el nombre de ese método.
Friedrich Engels. Sobre el problema de la vivienda, 1872. Cit. en Obra de los pasajes, E 12, 1
Lo de Haussmann hoy se pone en obra, como la guerra de España nos lo enseña, por medios totalmente diferentes.
[Haussmann es] sin duda el urbanista genial y único de la Edad Moderna, por cuyo medio también se habrán creado todas las metrópolis de América. [...] De la ciudad imperial no tomó sólo la forma del bulevar y la avenida [...], sino también la de las propias casas. Dado que solamente de este modo pueden cumplir sus calles la función de hacer de la ciudad una unidad sensible. No destruyó París; lo ha completado.
Fritz Stahl. Paris. Eine Stadt als Kunstwerk, Berlín, 1929, pp. 173-174. Cit. en Obra de los pasajes, E 14 a