Sé
Juan Gelman (Buenos Aires, 1930) es sin duda uno de los grandes de la poesía mundial. Su temprana vocación le llevó a abandonar sus estudios de química, tras lo cual ejerció diversos oficios antes de encontrar acomodo como periodista: durante años fue redactor de Nuestra Palabra, colaboró en el diario comunista La Hora y fue corresponsal de la agencia china Xin Hua.
Infatigable luchador por la libertad y la justicia, vivió trece años en el exilio, empujado fuera de su país por la dictadura militar que le arrebató a su hijo y a su nuera, y a una nieta a la que la junta militar entregó a un jefe de policía de Uruguay, y a la que el poeta buscó sin descanso hasta hallarla por fin hace poco más de siete años. Durante sus trece años de exilio vivió en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México, y alternó su actividad política contra la dictadura militar con trabajos de traducción para la Unesco, mientras seguía escribiendo su poesía, siempre necesaria.
Desde su primer libro, Violín y otras cuestiones (1956), recibió los elogios de la crítica. Después vendrían El juego en que andamos (1959), Velorio del solo (1961) o Gotán (1962) –con el que se produciría la ruptura con el grupo literario El pan duro, del que había sido fundador– y, más tarde, Cólera buey (1965), Los poemas de Sidney West (1969), Fábulas (1971) y Relaciones (1973). Ya en el exilio Gelman escribió Hechos y relaciones (1980), Si dulcemente (1980), Citas y comentarios (1982), Hacia el Sur (1982), Com/posiciones (1986), Interrupciones 1 (1986), Interrupciones 2 (1988), Anunciaciones (1988) y Carta a mi madre (1989). Finalizado el exilio, durante los noventa Gelman continuó su lucha por la memoria histórica y la justicia, mientras seguía publicando poesía –Salarios del impío (1993), Dibaxu (1995), Incompletamente (1997)– y hacía sus primeras incursiones en la prosa, más allá de sus artículos de prensa. Con el nuevo siglo, Gelman ha publicado Valer la pena (2001), escrito a raíz del reencuentro con su nieta, País que fue será (2004), el libro en prosa Miradas (2006) y el volumen de poesía Mundar (2007), el último por el momento.
En la actualidad sigue escribiendo en prensa –colabora habitualmente en el diario argentino Página/12–, vive en México, y acumula premios, como el último Cervantes. Minerva publica «Sé», uno de sus poemas inéditos.
sé
El mar que nos separa
de la vida a la vida es
este aire delgado
donde la boca que no se oye
se vuelve tierra.
Es tan difícil poseer la noche
sola de vos. La unión/
en la que el todavía es alma/
conoce el dominio del soplo
que va de amor a amor y canta
lo que sabe cantar.
Los que calumnian a la vida no tienen
la pasión del temor/el humilde
furor robado a la tiniebla
que cubre los manteles donde
comemos la sopa del tiempo.
Fortaleza del cuello reclinado
sobre los desgarrones de uno mismo.
Vigilan a la noche que duerme
porque tiene derecho a negar.