El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Traducción española de Jorge Navarro Pérez en Obras, II, 1, pp. 250-280, Madrid, Abada, 2007

El mito tiene sentido por sí mismo en cada uno de sus complejos cerrados de leyenda; no en cambio la historia.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 253

---------

Allí donde hay destino hay un trozo de historia reconvertido en naturaleza. De ahí que al moderno dramaturgo se le presente en calidad de configuración de dicho destino la tarea de lograr que surja la necesaria totalidad de los detalles […] que la fuente histórica le ofrece.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 253

---------

Cuanto más remoto nos resulta un acontecimiento, tanto más va teñido de destino, muy superior en esto a cualquier acontecimiento de carácter presente o incluso uno atemporal. Ese acontecimiento ya ha acabado, y condiciona el mundo en que vivimos. Y en todo aquello que nos condiciona nos hallamos sin duda más dispuestos a admitir el destino que no para nosotros; pues incluso buscamos el destino como nuestra previa condición, rechazándolo en cambio en lo que hace a nuestra existencia.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 254

---------

La exposición adecuada del destino no puede ser histórica ni épica, sino sólo dramática.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 254

---------

El auténtico –romántico– drama de destino se opone pues a la tragedia antigua, que elude el orden del destino.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 268

---------

El nexo ineludible de las causas no es en sí un nexo de destino.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 270

---------

La tesis determinista, en cuanto teoría sobre lo que sucede en la naturaleza, no puede determinar una forma artística. No sucede lo mismo con la auténtica idea de destino, en la que el motivo decisivo es la suposición del sentido eterno de esa concreta determinación.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 270

---------

El núcleo del concepto de destino es la convicción de que sólo la culpa –que, en este contexto, siempre es una culpa creatural, como lo es el pecado original–, y no un error moral, hace de la causalidad el instrumento de un hado que avanza de forma incontenible.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 270

---------

El centro de gravedad que corresponde al movimiento del destino es sin duda la muerte, mas la muerte no como castigo, sino en calidad de expiación: en tanto que expresión del sometimiento de la vida culpable a la ley de la vida natural.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 270

---------

El destino no pertenece en ningún caso al ámbito causal, sino antes bien al teleológico, por lo cual no resulta de la motivación más minuciosa, sino de lo prodigioso como tal.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 276

---------

Toda tendencia grande tiene que crear su propia forma –esa forma en que deja de ser vista en calidad de ‘[arte] de tendencia’.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 280

---------

La historia sólo puede exigir la verdad dramática justamente en tanto que destino.

El mayor monstruo, Los celos y Herodes y Mariene

Obras II, 1, p. 280

---------