«Perdido en las fealdades de este mundo y atrapado por las multitudes, soy un hombre causado cuyo ojo no alcanza a ver, en la hondura de los años, sino inquietudes y amarguras, viendo ante mí tan sólo un huracán en el que nada nuevo se contiene, vacío de dolor y de enseñanzas».
Charles Baudelaire, Œuvres, París, 1931-32, p. 641. Cit. en W. Benjamin, Obras I, 2, pp. 258-259
La sensibilidad es sufriente por naturaleza. Y si su suprema concreción […] la experimenta en el erotismo, su consumación más absoluta, que coincide con su transfiguración, tiene que encontrarla en la Pasión.
André Malraux, La condition humaine, París, 1933, pp. 399. Cit. en W. Benjamin, Obras II, 2, p. 419
Aquella fuerza que dice ‘no’ a la familia al tiempo que al Estado también ha de decirle ‘no’ a Dios; y del mismo modo que infringimos las órdenes del funcionario y el sacerdote, tenemos igualmente que infringir la vieja ley del Génesis: «Ganarás el pan con el sudor de tu frente; parirás con dolor». El crimen de Adán y Eva consiste estrictamente en tolerar esta ley.
Emmanuel Berl. La mort de la pensée bourgeoise, París, 1929, pp. 172-174. Cit. en W. Benjamin, Obras, IV, I, p. 533.
Theodor Reik. Der überraschte Psychologe, Leiden, 1935, pp. 130-132. Cit. en Obra de los pasajes, K 8, 2