hora

Viajé en el tiempo, es cierto, pero no de este lado del tiempo, donde contamos por horas y días y meses; fue del otro lado del tiempo por donde viajé, allí donde el tiempo no se cuenta con medida.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Viaje nunca hecho», p. 545


FÁRMACOS
---------

Cada uno tiene su alcohol. Yo tengo alcohol bastante con existir. Borracho de sentirme, voy errante y seguro. Si es la hora, acudo a la oficina como otro cualquiera. Si no es la hora todavía, voy hasta el río a observar el río, como cualquier otro. Soy igual. Y por detrás de todo eso, cielo mío, me constelo a escondidas y tengo mi infinito.

---------

Ese lugar activo de las sensaciones, mi alma, pasea a veces conmigo conscientemente por las calles nocturnas de la ciudad, en las horas tediosas en que me siento un sueño entre sueños de otra especie, a la luz — del gas, entre el ruido transitorio de los vehículos.

---------

Ese lugar activo de las sensaciones, mi alma, pasea a veces conmigo conscientemente por las calles nocturnas de la ciudad, en las horas tediosas en que me siento un sueño entre sueños de otra especie, a la luz — del gas, entre el ruido transitorio de los vehículos.

---------

Ese lugar activo de las sensaciones, mi alma, pasea a veces conmigo conscientemente por las calles nocturnas de la ciudad, en las horas tediosas en que me siento un sueño entre sueños de otra especie, a la luz — del gas, entre el ruido transitorio de los vehículos.

---------

A lo largo de la noche, durante horas y horas, el ruido de la lluvia descargó. A lo largo de la noche, conmigo en duermevela, su monotonía fría me estuvo insistiendo en los cristales. […] Mi alma era la misma de siempre, igual entre sábanas que entre personas, dolorosamente consciente del mundo. Tardaba en llegar el día como tarda la felicidad, y a aquellas horas parecía que tardaba indefinidamente.

---------

Permanecí horas desconocidas, momentos sucesivos sin relación, en el paseo que di, de noche, por la orilla solitaria del mar. Todos los pensamientos que han hecho vivir a tantos hombres, todas las emociones que los hombres han dejado de vivir, cruzaron por mi mente, como un oscuro resumen de la historia, en esa meditación mía paseada por la orilla del mar. Sufrí en mismo, conmigo mismo, las aspiraciones de todas las eras, y conmigo pasearon, por la orilla oída del mar, los desasosiegos de todos los tiempos.

---------

Éste es el día,
ésta es la hora, éste es el momento
en que somos, es todo.

Perenne fluye la hora interminable
que nos confiesa nulos. Un aliento
el vivir y el morir. Coge ya el día,
ese día que eres.

---------

Caí –¡esperad!– en la arena a la hora adversa
que Dios les da
a los suyos, estando el alma inmersa
en Dios soñar.

¿Qué harán muerte, arena y desventura
si en Dios entré?
Con Lo que me soñé, que eterno dura,
regresaré.

Fernando Pessoa
Poesí­a VIII. Mensaje

«Don Sebastián», vss. 1-8, p. 139


PANTEÍSMO
---------