Traducción española de Alfredo Brotons Muñoz en Obras, I, 2, pp. 261-302, Madrid, Abada, 2008
Obras I, 2, p. 291
La imagen dialéctica es relampagueante. En cuanto imagen que relampaguea en el ahora de lo recognoscible, se ha de retener la de lo sido [...]. Mas la salvación que de este modo, y sólo de este modo, se consuma, sólo puede ganarse sobre la percepción de lo perdido. De lo perdido insalvablemente.
Obras I, 2, p. 291
El concepto de progreso cabe fundarlo en la idea de catástrofe. Que todo siga ‘así’ es la catástrofe. Ésta no es lo inminente cada vez, sino que es lo cada vez ya dado. Pensamiento de Strindberg: el infierno no es nada que nos aceche aún, sino que es esta vida aquí.
Obras I, 2, p. 292
Obras I, 2, p. 292
En Baudelaire la maquinaria se convierte en cifra de las fuerzas destructivas. El esqueleto humano no es la menor de tales maquinarias.
Obras I, 2, p. 294
La alegoría barroca ve el cadáver sólo desde fuera. Baudelaire también lo observa desde dentro.
Obras I, 2, p. 294
En la figura del flâneur puede decirse que retorna el ocioso escogido por Sócrates en el mercado ateniense como interlocutor. Sólo que ahora no hay ya ningún Sócrates, nadie que le dirija la palabra.
Obras I, 2, p. 295
El interés originario en la alegoría no es uno lingüístico, sino óptico.
Obras I, 2, p. 296
La metrópoli como laberinto. De él en consecuencia forma parte la imagen del minotauro albergada en su centro. El hecho de que éste vaya a traer la muerte al individuo no es lo decisivo. Lo decisivo es la imagen de las fuerzas portadoras de la muerte a las que él mismo encarna. Pero esto también es algo nuevo para los habitantes de las grandes ciudades.
Obras I, 2, pp. 297-298
La figura clave de la alegoría temprana es el cadáver. La figura clave de la alegoría tardía es en cambio la ‘rememoración’ La ‘rememoración’ es el esquema de la transformación de la mercancía en objeto de coleccionista.
Obras I, 2, p. 300
Hasta cierto punto, la rutina mitigó la tendencia destructiva de la alegoría, su subrayado de lo fragmentario en la obra de arte.
Obras I, 2, p. 301