Traducción española de Juan Barja
Sólamente como mercancía la cosa ejerce su efecto de alienar mutuamente a los hombres. [...] La empatía con el valor de cambio que es el propio de la mercancía, a saber, su substrato igualitario: ahí ha de radicar lo decisivo.
Obra de los pasajes, J 92, 4
Biblioteca en la que los libros se han ido fundiendo unos en otros, donde se ha ido borrando cada título.
Pierre Mabille. «Préface à l’eloge des préjugés populaires», Minotauro II, invierno de 1935, nº 6, p. 2. Cit. en Obra de los pasajes, K, exergo
Obra de los pasajes, K 1, 1
Lo sido debe ahora transformarse en su vuelco dialéctico, irrupción como tal de la conciencia despierta. [...] Saber-aún-no-consciente de lo sido: su extración posee justamente la estructura que tiene el despertar.
Obra de los pasajes, K 1, 2
Existe una experiencia estrictamente única de la dialéctica. La concluyente y drástica experiencia que refuta lo ‘cumplido’ del devenir y muestra todo aparente ‘desarrollo’ como vuelco dialéctico complejo es justamente el despertar del sueño. [...] El nuevo método dialéctico del historiador se nos presenta como el arte de experimentar el presente como ese mundo de la vigilia con el cual se conecta ese sueño que llamamos lo sido. ¡Atravesar lo sido en el recuerdo del sueño! De ahí que recordar y despertar sean afines del modo más estrecho. El despertar es pues especialmente aquel giro dialéctico, copernicano, de un hacer presente.
Obra de los pasajes, K 1, 3
Uno de los tácitos supuestos del psicoanálisis consiste en que la contraposición radical entre el sueño y la vigilia no tiene en absoluto validez para la forma empírica de la conciencia humana, dándose una infinita variedad de estados concretos de conciencia.
Obra de los pasajes, K 1, 5
Tarea de la infancia: traer el nuevo mundo al espacio simbólico. No hay antítesis que sea más estéril que la que algunos pensadores reaccionarios [...] quieren constantemente establecer entre el espacio simbólico de la naturaleza y el correspondiente de la técnica. A cualquier nueva configuración de la naturaleza –y la técnica en el fondo está entre ellas– le corresponden también nuevas ‘imágenes’.
Obra de los pasajes, K 1 a, 3
En tanto tal el capitalismo fue una manifestación de la naturaleza junto con la cual le sobrevino un nuevo sueño a Europa, en cuyo interior las fuerzas míticas se vieron nuevamente reactivadas.
Obra de los pasajes, K 1 a, 8
El método dialéctico no podría captar esta pregunta dentro de la ideología del progreso, sino sólo con una concepción de la historia que logre superarla por completo. Habría que hablar por lo tanto en ella de la siempre creciente condensación (e integración) de lo real, una en la cual todo lo pasado (a su tiempo) se encuentra en condiciones de recibir un grado superior de actualidad al que tuvo en el momento en que existía. [...] El penetrar dialéctico en contextos pasados y su capacidad para volverlos presentes es la prueba final de la verdad para toda acción contemporánea. Lo que quiere decir que hace estallar la materia explosiva contenida en lo sido (cuya figura auténtica es la moda). Ir hacia lo sido de este modo ya no equivale, como hasta ahora equivalía, a tratarlo a la manera de lo histórico, sino en modo político y con categorías políticas.
Obra de los pasajes, K 2, 3
La máquina compleja, combinada, que constituye un sistema articulado de diferentes máquinas individuales y conjuntos de ellas, es tanto más perfecta cuanto más continuo pueda ser su proceso global, es decir, cuantas menos interrupciones experimente la materia prima para pasar de su primera fase hasta la última; cuanto más, por lo tanto, logre ser el propio mecanismo –y no la mano humana– el que realice el paso entre una y otra fase productiva.
Karl Marx. Das Kapital, Hamburgo, 1922, vol. I, p. 344. Cit. enObra de los pasajes, K 3, 2
Cine como despliegue de las distintas formas perceptivas, los tempos y los ritmos preformados actualmente a través de nuestras máquinas, de manera que todos los problemas del arte actual hallan formulación definitiva sóla y únicamente en relación al cine.
Obra de los pasajes, K 3, 3
Dado que el inconsciente colectivo [...] viene a ser el grabado sedimento –que se se deposita en el sistema central y simpático– del pasado del mundo, constituye [...] una especie de imagen plenamente intemporal, y así, en cierta medida, eterna, del mundo, la cual se contrapone en consecuencia a lo que es nuestra imagen momentánea del mundo en la conciencia.
C. G. Jung. Seelenprobleme der Gegenwart, Zürich/Leipzig/Stuttgart, 1932, p. 326. Cit. en Obra de los pasajes, K 6, 1
Contraste entre la memoria y el recuerdo: la función de la memoria consiste en proteger las impresiones; el recuerdo mira a su disolución. La memoria es conservadora esencialmente, y el recuerdo en cambio es destructivo.
Theodor Reik. Der überraschte Psychologe, Leiden, 1935, pp. 130-132. Cit. en Obra de los pasajes, K 8, 1
Theodor Reik. Der überraschte Psychologe, Leiden, 1935, pp. 130-132. Cit. en Obra de los pasajes, K 8, 2
Es trabajo perdido que tratemos de evocar nuestro pasado, siendo inútiles todos los esfuerzos que realiza nuestra inteligencia. Está oculto y bien lejos de su dominio como de su alcance, en algún objeto material [...] que ni tan siquiera sospechamos. Y depende sólo del azar que lo encontremos antes de morir, o que nunca encontremos dicho objeto.
Marcel Proust. Du côté de chez Swann, I, pp. 67-69. Cit. en Obra de los pasajes, K 8 a, 1
Edificios del sueño colectivo: pasajes, invernaderos, panoramas, fábricas, gabinetes de figuras de cera, casinos, estaciones de ferrocarril.
Obra de los pasajes, L 1, 3
Obra de los pasajes, L 1 a, 1
Mi análisis se refiere de modo esencial a una sed de pasado como tema principal. A su luz el museo se revela como interior creciente y gigantesco. Entre el año 1850 y el 1890 las nuevas exposiciones universales toman el lugar de los museos. Ver su base ideológica común.
Obra de los pasajes, L 1 a, 2
Esos nuevos teatros que están edificando actualmente no parecen pertener en realidad a ningún estilo determinado; la idea es reunir, según se dice, el mundo de lo público con el uso privado, edificando a su alrededor nuevos edificios de vivienda, que con ello se van a convertir en descomunales recipientes, cápsulas gigantescas para todo.
Grenzboten, 2º semestre, nº 3, 1861, p. 143. Cit. en Obra de los pasajes, L 2, 5
En qué medida la curación, entre otras cosas, es un rito de paso [...] salta a la vista vivamente en esas clásicas galerías cubiertas por donde los enfermos avanzaban, en cierto modo, hacia su curación. Pues esas galerías también son pasajes.
Obra de los pasajes, L 2, 6
Caminar a través de los pasajes es hacer un camino de fantasmas donde ceden las puertas y se ablandan las paredes se abren.
Obra de los pasajes, L 2, 7
La mera posición contemplativa ante a la obra de arte se irá transformando lentamente en una posición de deseo ante el gran almacén [y la mercancía].
Obra de los pasajes, L 4 a, 2
La puerta monumental se nos presenta en estrecha relación con los ritos de paso. [...] El que penetra dentro de un pasaje conserva tras de sí todo el trayecto de ese camino-puerta –sino es que se encamina rectamente hacia el fondo de un mundo intrauterino–.
Obra de los pasajes, L 5, 1
Existen relaciones indudables que ligan el gran almacén y el museo, entre los cuales el bazar se constituye en espacio intermedio. El amontonamiento en el museo de obras de arte es muy cercano al de la mercancía que, en aquellos lugares donde masivamente se le ofrece al que pasa, le incita de ese modo a imaginar que a él también le podría tocar una parte.
Obra de los pasajes, L 5, 5