Estando enfermo debo pensar lo contrario
de aquello que pienso estando sano
(pues si no, no estaría enfermo);
debo sentir lo contrario de lo que siento
en cuanto soy yo en la salud;
debo mentir a mi naturaleza
de criatura que siente de cierta manera...
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1
«El guardador de rebaños», XV, vss. 9-15, p. 79
SENSUALISMO / SENSACIÓN
Si yo interrogara y me asombrara
no nacerían nuevas flores en los prados
ni habría cambios en el sol que lo hicieran más bello.
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1
«El guardador de rebaños», XXIII, vss. 5-7, p. 95
SENSUALISMO / SENSACIÓN
Si yo interrogara y me asombrara
no nacerían nuevas flores en los prados
ni habría cambios en el sol que lo hicieran más bello.
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1
«El guardador de rebaños», XXIII, vss. 5-7, p. 95
FÁRMACOS
Bendito sea yo por cuanto no sé.
Todo eso es lo que en verdad yo soy.
Y gozo de todo ello como quien sabe que el sol existe.
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1
«El guardador de rebaños», XXVII, vss. 9-11, p. 103
FÁRMACOS
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1
«El pastor enamorado», II, v. 1, p. 161
FÁRMACOS
AMOR
Poesía II. Los poemas de Alberto Caeiro 2
«Poemas inconjuntos», v. 5, p. 27
PANTEÍSMO
REALIDAD
Mas yo no quiero el presente, quiero la realidad;
quiero las cosas que existen, no el tiempo que las mide.
Poesía II. Los poemas de Alberto Caeiro 2
«Poemas inconjuntos», vss. 3-4, p. 141
SENSUALISMO / SENSACIÓN
REALIDAD
Mas yo no quiero el presente, quiero la realidad;
quiero las cosas que existen, no el tiempo que las mide.
Poesía II. Los poemas de Alberto Caeiro 2
«Poemas inconjuntos», vss. 3-4, p. 141
FÁRMACOS
No con el pensamiento: con los ojos.
Algo visible existe para verse
y aquello que existe para el ojo no ha de existir para el
[pensamiento.
Sólo yo existo directamente para el pensamiento, y no para los[ojos.
Miro, y las cosas existen.Pienso y existo solamente yo.
Poesía II. Los poemas de Alberto Caeiro 2
«Poemas inconjuntos», vss. 4-9, p. 49
SENSUALISMO / SENSACIÓN
No con el pensamiento: con los ojos.
Algo visible existe para verse
y aquello que existe para el ojo no ha de existir para el
[pensamiento.
Sólo yo existo directamente para el pensamiento, y no para[los ojos.
Miro, y las cosas existen.Pienso y existo solamente yo.
Poesía II. Los poemas de Alberto Caeiro 2
«Poemas inconjuntos», vss. 4-9, p. 49
FÁRMACOS
¿Seré como parezco en mí?
¿Seré como me creo verdaderamente?
Hasta en la sensación soy algo ateo,
y no sé si soy yo quien en mí siente
Poesía III. Los poemas de Álvaro de Campos 1
«Tres sonetos», I, vss. 11-14, p. 71
SENSUALISMO / SENSACIÓN
VERDAD
Todas las épocas me pertenecen, sí, por un momento,
como todas las almas, un momento, han tenido su lugar en mí.
Fluido de intuiciones, río de suponer –sin duda, pero,
siempre llevado en olas sucesivas–,
sí, siempre el mar, y ya desconociéndose,
Poesía IV. Los poemas de Álvaro de Campos 2
«El pasar de las horas», vss. 5-9, p. 205
FÁRMACOS
Sensación metafísica de las otras personas, y de sus realidades
[como de su decoro...
¡Oh enfermedad humanitaria de mis nervios, siempre[vibrando llenos de otras personas,
voluptuosidad de gozar y sufrir las posibles hipótesis de la vida[de otros...
¡Y yo ser sólo yo, sólo yo eternamente, no tener otras vidas[sino sólo la mía!
Después de escribir, leo...
¿Por qué escribí esto?
¿Dónde fui a buscar esto?
¿De dónde vino esto?
Si es mejor que yo...
El arte de soñar es difícil porque es un arte de pasividad, donde lo que supone esfuerzo es la concentración de la falta de esfuerzo. El arte de dormir, si existiera, debería ser de forma parecida. Repara bien: el arte de soñar no es el arte de orientar los sueños. Orientar es actuar. El soñador auténtico se entrega a sí mismo, se deja poseer por sí mismo.
Libro del desasosiego
«Los grandes fragmentos», «Fórmula de bien soñar», p. 494
FÁRMACOS
SUEÑO
Mi mundo imaginario fue siempre el único mundo verdadero para mí. Nunca tuve amores tan reales, tan llenos de vigor, de sangre y de vida como los que tuve con figuras que yo mismo creé.
La única realidad, para mí, son mis sensaciones. Yo soy una sensación mía. Por lo tanto, ni de mi propia existencia estoy seguro. Puedo estarlo apenas de aquellas sensaciones a las que llamo mías.
Libro del desasosiego
«Escritos de Pessoa relativos al “Libro del desasosiego”», «Ideas metafísicas del “Libro del desasosiego”», pp. 572-573
SENSUALISMO / SENSACIÓN
REALIDAD
Crear dentro de mí un Estado con una política, con partidos y revoluciones, y ser yo todo eso, ser yo Dios en el panteísmo real de ese pueblo-yo, esencia y acción de sus cuerpos, de sus almas, de la tierra que pisan y de los actos que ejecutan. Ser todo, ser ellos y no ellos. ¡Ay de mí! Este es todavía uno de los sueños que no logro realizar.
La locura llamada afirmar, la enfermedad llamada creer, la infamia llamada ser feliz ―todo eso huele a mundo, sabe a esa triste cosa que es la tierra.
Sé indiferente. Ama el ocaso y el amanecer, porque no tiene ninguna utilidad, ni siquiera para ti, el amarlos. Viste tu ser del oro de la tarde muerta, como un rey depuesto en una mañana de rosas, con Mayo en las nubes blancas y la sonrisa de las vírgenes entre las quintas retiradas.
Crear dentro de mí un Estado con una política, con partidos y revoluciones, y ser yo todo eso, ser yo Dios en el panteísmo real de ese pueblo-yo, esencia y acción de sus cuerpos, de sus almas, de la tierra que pisan y de los actos que ejecutan. Ser todo, ser ellos y no ellos. ¡Ay de mí! Este es todavía uno de los sueños que no logro realizar.
La metafísica siempre me pareció una forma prolongada de locura latente. Si conociéramos la verdad, la veríamos; todo lo demás es sistema y alrededores. Si lo pensamos bien, bástenos la incomprensibilidad del universo; querer comprenderlo es ser menos que hombres, porque ser hombre es saber que no se comprende.
La metafísica siempre me pareció una forma prolongada de locura latente. Si conociéramos la verdad, la veríamos; todo lo demás es sistema y alrededores. Si lo pensamos bien, bástenos la incomprensibilidad del universo; querer comprenderlo es ser menos que hombres, porque ser hombre es saber que no se comprende.
En nosotros, innúmeros,
viven; si pienso o siento
no sé quién piensa o siente.
Soy tan sólo el lugar
donde se siente o piensa.
Tengo más almas que una,
hay más yos que yo mismo.
El propio Nietzsche aseveró que una filosofía no es sino la expresión de un temperamento.
No es enteramente así. Las teorías de un filósofo son la resultante de su temperamento y de su época. Son el efecto intelectual de su época sobre su temperamento. Otra cosa no podía suceder (ser).
Así pues, la filosofía de Friedrich Nietzsche es la resultante de su temperamento y de su época. Su temperamento era el de un asceta y el de [un] loco. Su época en un país era de materialidad y fuerza. Resultó inevitablemente una teoría en la que un loco ascetismo se casa con una (aunque fuera involuntaria) admiración por la fuerza y el poder. Resulta una teoría donde se insiste en la necesidad de un ascetismo y en la definición de ese ascetismo como un ascetismo de fuerza y de dominio.
Sobre literatura y arte
«Crítica de autores», «7. Friedrich Nietzsche», Sobre literatura y arte, p. 342
LECTURAS / ESTÉTICA
El genio es la locura que se hace normalidad por la dilución en lo abstracto, como un veneno convertido en medicina mediante mezcla.
Volviéndome así, cuando menos, un loco que sueña alto; cuando más, no un solo escritor sino toda una literatura, aun si no consigo divertirme, lo que para mí ya sería bastante, tal vez contribuya a engrandecer el universo, porque quien al morir deja escrito un verso bello, deja más ricos los cielos y la tierra y más emotivamente misteriosa la razón de que haya estrellas y gentes.
Con una falta tal de literatura como hay hoy, ¿qué puede hacer un hombre de genio sino convertirse él solo en una literatura? Con una falta tal de gente con la que poder convivir como hay hoy, ¿qué puede hacer un hombre de sensibilidad sino inventar sus amigos o, por lo menos, sus compañeros de espíritu?
Sobre literatura y arte
«Textos generales sobre la heteronimia», 4, p. 62
FÁRMACOS
SUEÑO