ver

porque soy del tamaño de lo que veo,
y no del de mi altura...

Alberto Caeiro
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1

«El guardador de rebaños», VII, vss. 3-4, p. 53


SENSUALISMO / SENSACIÓN
---------

porque soy del tamaño de lo que veo,
y no del de mi altura...

Alberto Caeiro
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1

«El guardador de rebaños», VII, vss. 3-4, p. 53


FÁRMACOS
---------

En las ciudades la vida es más pequeña
que aquí, en mi casa, en lo alto de este otero.
En la ciudad las grandes casas cierran la vista con llave,
esconden el horizonte, empujan nuestro mirar lejos del cielo,
y nos vuelven pequeños, pues nos quitan lo que nuestros ojos

[pueden darnos,

y nos vuelven pobres, porque ver es nuestra única riqueza.

Alberto Caeiro
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1

«El guardador de rebaños», VII, vss. 5-10, p. 53


SENSUALISMO / SENSACIÓN
---------

Aun así, soy alguien.
Descubridor de la Naturaleza.
Argonauta de sensaciones verdaderas.
Le traigo al Universo un Universo nuevo,
dado que al Universo traigo el mismo Universo.

Esto siento y escribo
con perfecta conciencia y sin dejar de ver

Alberto Caeiro
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1

«El guardador de rebaños», XLVI, vss. 29-35, p. 147


FÁRMACOS
VERDAD
---------

Lo que vemos de las cosas son las cosas.
¿Por qué habríamos de ver una cosa si hubiera otra?
¿Por qué oír y ver sería engañarnos si oír y ver son oír y ver?

Lo esencial es el saber ver,
saber ver sin estar pensando,
saber ver cuando se ve,
y ni pensar mientras que se ve
ni tampoco ver mientras se piensa.

Pero eso (¡tristes de nosotros que llevamos el alma vestida!),
eso exige un profundo estudio,
un aprender a desaprender,

Alberto Caeiro
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1

«El guardador de rebaños», XXIV, vss. 1-12, p. 97


SENSUALISMO / SENSACIÓN
---------

Incluso a mí, que vivo sólo de vivir,
vienen invisibles a encontrarme las mentiras de los hombres
ante las cosas,
ante las cosas que simplemente existen.

¡Qué difícil ser justo y no ver sino lo visible!

Alberto Caeiro
Poesía I. Los poemas de Alberto Caeiro 1

«El guardador de rebaños», XXVI, vss. 14-18, p. 101


SENSUALISMO / SENSACIÓN
---------

Puede que el que ve bien no sirva para sentir

---------

Más vale ver una cosa por primera vez que conocerla,
porque conocer es como nunca haber visto por primera vez,

---------

Siempre que pienso una cosa, la traiciono.
Porque sólo teniéndola ante mí debo pensar en ella,
no pensando, viendo.

---------

Místico, tú ves en todo un significado.
Para ti todo tiene un velado sentido.
Hay otra cosa oculta en cada cosa que ves.
Lo que ves, lo ves siempre para ver otra cosa.

Yo, como sólo tengo ojos para ver,
veo ausencia de significado en todas las cosas;
lo veo y me amo, pues ser cosa es no significar.
Ser cosa es no ser algo que pueda interpretarse.

---------

Místico, tú ves en todo un significado.
Para ti todo tiene un velado sentido.
Hay otra cosa oculta en cada cosa que ves.
Lo que ves, lo ves siempre para ver otra cosa.

Yo, como sólo tengo ojos para ver,
veo ausencia de significado en todas las cosas;
lo veo y me amo, pues ser cosa es no significar.
Ser cosa es no ser algo que pueda interpretarse.

Alberto Caeiro
Poesía II. Los poemas de Alberto Caeiro 2

«Poemas inconjuntos», vss. 1-8, p. 107


FÁRMACOS
---------

Si el hombre fuera, como debería ser,
no un animal enfermo, sino el más perfecto de los animales,
animal directo y no indirecto,
Debería así haber adquirido un sentido propio del ‘conjunto’;
un sentido, como ver y oír, del ‘total’ de las cosas,
y no, como tenemos, sólo un pensamiento del ‘conjunto’,
no, como tenemos, solamente una idea del ‘total’ de las cosas.

---------

Si el hombre fuera, como debería ser,
no un animal enfermo, sino el más perfecto de los animales,
animal directo y no indirecto,
Debería así haber adquirido un sentido propio del ‘conjunto’;
un sentido, como ver y oír, del ‘total’ de las cosas,
y no, como tenemos, sólo un pensamiento del ‘conjunto’,
no, como tenemos, solamente una idea del ‘total’ de las cosas.

Alberto Caeiro
Poesía II. Los poemas de Alberto Caeiro 2

«Poemas inconjuntos», vss. 3-11, p. 61


FÁRMACOS
---------

No con el pensamiento: con los ojos.
Algo visible existe para verse
y aquello que existe para el ojo no ha de existir para el

[pensamiento.

Sólo yo existo directamente para el pensamiento, y no para los

[ojos.

Miro, y las cosas existen.
Pienso y existo solamente yo.

---------

No con el pensamiento: con los ojos.
Algo visible existe para verse
y aquello que existe para el ojo no ha de existir para el

[pensamiento.

Sólo yo existo directamente para el pensamiento, y no para

[los ojos.

Miro, y las cosas existen.
Pienso y existo solamente yo.

Alberto Caeiro
Poesía II. Los poemas de Alberto Caeiro 2

«Poemas inconjuntos», vss. 4-9, p. 49


FÁRMACOS
---------

Si Dios me preguntara: ¿qué has visto en las cosas?,
respondo: sólo cosas... Tú ahí no pusiste nada más.

Alberto Caeiro
Poesía II. Los poemas de Alberto Caeiro 2

«Poemas inconjuntos», vss. 8-9, p. 15


PANTEÍSMO
---------

Yo he visto siempre el mundo independientemente de

[mismo.

Por detrás de eso estaban mis vivas sensaciones,
pero eso era otro mundo.

---------

Mi destino natural de contemplador indefinido y apasionado de las apariencias y de la manifestación de las cosasobjetivador de los sueños, amante visual de las formas y los aspectos de la naturaleza

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «El amante visual», p. 526


FÁRMACOS
SUEÑO
---------

Es entre la sensación y la conciencia de ella donde ocurren todas las grandes tragedias de mi vida. En esa región indeterminada, sombría, de bosques y rumores de agua abundante, neutral hasta el ruido de nuestras guerras, vive aquel ser mío cuya visión en vano busco… Yazgo mi vida. (Mis sensaciones son un epitafio gongórico sobre mi vida muerta.)

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Vía Láctea», p. 549


FÁRMACOS
MUERTE
---------

Porque yo no sólo soy un soñador, soy exclusivamente un soñador. El hábito único de soñar me ha dado una extraordinaria nitidez de visión interior. No sólo veo con formidable y a veces perturbador realce las figuras y los décors de mis sueños, sino que con igual realce veo mis ideas abstractas, mis sentimientos humanos ―lo que de ellos me queda―, mis secretos impulsos, mis actitudes psíquicas ante mí mismo. […] Por ello me conozco enteramente, y, a través del conocerme enteramente, conozco enteramente a la humanidad toda.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Vía Láctea», p. 551


FÁRMACOS
SUEÑO
---------

Quien sabe escribir es el que sabe ver sus sueños nítidamente (y es así) o ver en sueños la vida, ver la vida inmaterialmente, sacándole fotografías con la máquina del devaneo, sobre la cual los rayos de lo pesado, de lo útil y de lo circunscrito no pueden actuar, saliendo en negro la placa espiritual.

Bernardo Soares
Libro del desasosiego

«Los grandes fragmentos», «Vía Láctea», pp. 552-553


LECTURAS / ESTÉTICA
SUEÑO
---------

Ver y oír son las únicas cosas nobles que la vida encierra. Los otros sentidos son plebeyos y carnales. La única aristocracia consiste en no tocar nunca. No aproximarse ―he ahí la hidalguía.

---------

Veo, y eso ya es mucho. ¿Es que hay alguien que sea capaz de entender? Tal vez sea por ese escepticismo sobre lo inteligible por lo que encare de igual modo un árbol y una cara, un cartel y una sonrisa. (Todo es natural, todo artificial, todo igual.) Todo lo que veo es para lo único visible, sea el alto cielo azul verdiblanco de la mañana por llegar, sea el gesto falso en el que se contrae la cara de quien está sufriendo ante testigos la muerte de quien ama.

---------

Me oculté, como el sol en mi paisaje. No queda, de lo dicho y de lo visto, sino una noche ya cerrada, llena de brillo muerto de lagos, en una planicie sin patos salvajes, muerta, fluida, húmeda y siniestra.

---------

Veo, y eso ya es mucho. ¿Es que hay alguien que sea capaz de entender? Tal vez sea por ese escepticismo sobre lo inteligible por lo que encare de igual modo un árbol y una cara, un cartel y una sonrisa. (Todo es natural, todo artificial, todo igual.) Todo lo que veo es para lo único visible, sea el alto cielo azul verdiblanco de la mañana por llegar, sea el gesto falso en el que se contrae la cara de quien está sufriendo ante testigos la muerte de quien ama.

---------

Y entonces abro los ojos de soñar, me acerco a la ventana y transfiero el sueño a las calles y los tejados. Y es en la contemplación distraída y profunda de los aglomerados de tejas separadas en tejados, cubriendo el contagio astral de las gentes que pasean por las calles, cuando se me desprende de verdad el alma, y no pienso, no sueño, no veo, no preciso; contemplo entonces realmente la abstracción de la Naturaleza, la diferencia entre el hombre y Dios.

---------

El resultado lo es todo. Lo que se sintió fue lo que se vivió;. Se retira uno tan cansado de un sueño como de un trabajo visible. Nunca se vivió tanto como cuando se pensó mucho. Quien está en un rincón de la sala baila con todos los bailarines. Lo ve todo, y por verlo todo, lo vive todo. […] Bailo, pues, cuando estoy viendo bailar. Digo, como el poeta inglés, cuando contaba que estaba viendo, tumbado a lo lejos en la hierba, tres segadores: «Hay un cuarto segando, y ese soy yo».

---------

Ahora, a esta luz clara e intensa, el paisaje de la ciudad es como el de un campo de casas ―natural, extenso, combinado. Pero, incluso viendo todo esto, ¿podré olvidarme de que existo? Mi conciencia de la ciudad es, por dentro, mi conciencia de mismo.

Me acuerdo de repente de cuando era niño y veía, como hoy no puedo ver, rayar la mañana sobre la ciudad. Entonces la mañana no rayaba para mí, sino para la vida, porque entonces yo, sin ser consciente de ello, era la vida. Veía la mañana y sentía alegría; hoy veo la mañana, y siento alegría, y me quedo triste. El niño sigue aquí, pero enmudeció. Veo como veía, pero por detrás de los ojos me veo viendo; y ya sólo con esto se me oscurece el sol y el verde de los árboles me resulta viejo y las flores se marchitan antes de aparecer.

---------

Y asomado al parapeto, disfrutando del día, sobre el volumen vario pinto del conjunto de la ciudad, sólo un pensamiento me inunda el alma ―el íntimo deseo de morir, de acabar, de no ver ninguna otra luz sobre ciudad alguna, de no pensar, de no sentir, de dejar atrás, como un papel de envolver, el curso del sol y de los días, de despojarme, como de un traje pesado, a la orilla del lecho infinito, del esfuerzo involuntario de ser.

---------

En realidad, no poseemos más que nuestras propias sensaciones; en ellas, pues, y no en lo que ellas ven, tenemos que fundamentar la realidad de nuestra vida.

---------

No querer comprender, no analizar… Verse como se ve la naturaleza; mirar sus impresiones como se mira un campo ―en eso consiste la sabiduría.

---------

«¡Soy del tamaño de lo que veo

---------

La metafísica siempre me pareció una forma prolongada de locura latente. Si conociéramos la verdad, la veríamos; todo lo demás es sistema y alrededores. Si lo pensamos bien, bástenos la incomprensibilidad del universo; querer comprenderlo es ser menos que hombres, porque ser hombre es saber que no se comprende.

---------

La metafísica siempre me pareció una forma prolongada de locura latente. Si conociéramos la verdad, la veríamos; todo lo demás es sistema y alrededores. Si lo pensamos bien, bástenos la incomprensibilidad del universo; querer comprenderlo es ser menos que hombres, porque ser hombre es saber que no se comprende.

---------

Una vista breve del campo, por encima de un muro de los alrededores me libera más completamente de lo que a otro liberaría un viaje entero. Todo ángulo de visión es un ápice de una pirámide invertida, cuya base es indeterminable.

---------

Lo que se perdió, lo que se debería haber querido, lo que se obtuvo y se disfrutó por equivocación, lo que amamos y perdimos y, tras perderlo, vimos, amándolo por haberlo perdido, que no lo habíamos amado; lo que creíamos que pensábamos cuando sentíamos; lo que era un recuerdo y creíamos que era una emoción; y el mar sin fin, acercándose, rumoroso y fresco, desde el fondo insondable de la noche inmensa, extendiéndose con suave agitación sobre la playa, en el curso nocturno de mi paseo por la orilla del mar…

---------

Vuelvo sobre . Anduve de viaje algunos años recogiendo maneras de sentir. Ahora, habiéndolo visto todo y sentido todo, tengo el deber de encerrarme en casa, en mi espíritu, y trabajar, cuando pueda y en todo lo que pueda, para el progreso de la civilización y el ensanchamiento de la conciencia de la humanidad. Ojalá no me desvíe de esto mi peligroso carácter demasiado multilateral, adaptable a todo, siempre ajeno a mí mismo y sin nexo dentro de sí.

Fernando Pessoa
Sobre literatura y arte

«(Carta) A Armando Côrtes-Rodrigues», p. 26


FÁRMACOS
---------

Vivir es pertenecer a otro. Morir es pertenecer a otro. Vivir y morir son la misma cosa. Pero vivir es pertenecer a otro por fuera, y morir es pertenecer a otro por dentro. Las dos cosas se asemejan, pero la vida es el lado de fuera de la muerte. Por eso la vida es la vida y la muerte la muerte, pues el lado de fuera es siempre más verdadero que el lado de dentro, tanto que es el lado de fuera el que se ve. Toda emoción verdadera es mentira en la inteligencia, pues no se da en ella. Toda emoción verdadera tiene por tanto una expresión falsa. Expresarse es decir lo que no se siente. […] Fingir es conocerse.

---------

Como en política y religión sucede en arte. Hay un arte que domina captando, otro que domina subyugando. El primero es el arte según Aristóteles, el segundo es el arte según lo entiendo y defiendo. El primero se basa naturalmente en la idea de belleza, porque se basa en lo que agrada; se basa en la inteligencia, porque se basa en lo que, por ser general, es comprensible y por eso agradable; se basa en la unidad artificial, construida e inorgánica, y por tanto visible, como la de una máquina, y por eso apreciable y agradable. La segunda se basa naturalmente en la idea de fuerza¸ porque se basa en lo que subyuga; se basa en la sensibilidad, porque la sensibilidad es particular y personal, y dominamos con aquello que en nosotros es particular y personal, porque, si no fuese así, dominar sería perder la personalidad o, en otras palabras, ser dominado; y se basa en la unidad espontánea y orgánica, natural, que puede ser o no ser sentida, pero nunca ser vista o visible porque no está allí para ser vista.

Fernando Pessoa
Sobre literatura y arte

«Apuntes para una estética no aristotélica», Sobre literatura y arte, pp. 257-258


LECTURAS / ESTÉTICA
---------

La tensión y la presión de las condiciones modernas pueden tener muchos aspectos desagradables, pero han tenido uno muy favorable: la necesidad de concisión y de interés deliberado en una obra literaria. Uno de los triunfos críticos de Poe fue prever la necesidad de poemas más breves. Fue ésta una de sus visiones de futuro como la novela policíaca fue una de sus anticipaciones a ese futuro.

---------

Hay tres clases de cultura: la que resulta de la erudición, la que resulta de la experiencia transferida, y la que resulta de la multiplicidad de intereses intelectuales. […] Daremos ejemplos de todas según existieron en tres grandes poetas: vemos la primera en Milton, que se preparó conscientemente para su obra poética ―la que habría de ser, pues de joven no sabía cuál sería― por medio del dominio del griego, del latín, del hebreo y del italiano (que no sólo leía, sino que también escribía), y mediante el estudio de los clásicos en las dos primeras lenguas. Vemos la segunda en Shakespeare, persona poco leída y cultivada, pero intenso y profundo en su aprovechamiento de cuanto veía y oía, hasta el extremo de simular involuntariamente una erudición que en verdad no tenía. Vemos la tercera en Goethe, que ni tenía la erudición de Milton ni la ultra asimilación de Shakespeare, pero cuya variedad de intereses, que abarcaba todas las artes y casi todas las ciencias, compensaba en universalidad lo que en profundidad o absorción perdía.

---------

Los dioses no murieron: lo que murió fue nuestra visión de ellos. No se fueron: los dejamos de ver. O cerramos los ojos o alguna niebla se interpuso entre ellos y nosotros. Subsisten, viven como vivieron, con la misma divinidad y la misma calma.

Fernando Pessoa
Sobre literatura y arte

«Paganismo», «13. El regreso de los dioses», Sobre literatura y arte, p. 162


PANTEÍSMO
---------